Diego Ventura corta un rabo en una gran tarde de rejones en Antequera
Rui Fernandes y Ferrer Martín acompañan al portugués en el fallido mano a mano con Andy Cartagena
Diez orejas y un rabo en una gran tarde de rejones en Antequera, donde el mano a mano de Cartagena y Ventura se transformó por ... ausencia del primero en un trío de caballeros rejoneadores que mostraron su calidad y salieron todos por la puerta grande. Diego Ventura volvió a ser el más vitoreado en Antequera, donde mantiene un idilio personal con los aficionados; consiguió tres orejas y un rabo con el público en pie antes de concluir su faena. Rui Fernandes puso la categoría y elengancia lusa, mientras que Ferrer Martín estuvo desigual en sus dos toros, aunque logró cuatro orejas.
Rui Fernandes realizó un toreo serio y eso le valió para ganarse al público en la faena al primero de los jaboneros. Dos rejones de castigo para frenar la embestida de un rival que le siguió el juego. Cuatro banderillas largas, tres de ellas al quiebro para seguir con una faena fina del luso que continuó con dos cortas. Rejón de muerte, descabello y una oreja.
El portugués tuvo peor toro en el segundo; a pesar de ello logró sacar algo al rival gracias a su doma. Dos rejones de castigo, que quizá fueron excesivos para un toro que no fue en busca del caballo desde el primer momento. A pesar de ello, logró colocar seis largas de bonita estampa y tres cortas. Rejón de muerte certero que le valió dos orejas tras fuerte petición de ellas en el tendido.
Ventura tiró de maestría ante su rival, el peor astado de la tarde, al que tuvo que torear más rápido de lo que hubiese querido. Parado el toro en varias ocasiones, tuvo que tirar el caballero rejoneador de cuadra y estilo, poniendo un rejón de castigo, dos banderillas largas, varias cortas al violín y cuatro flores que fueron muy aplaudidas. Rejón de castigo insuficiente y descabello. Tras petición de los tendidos, se llevó una oreja.
En su segundo, lo dio todo. A Veragüeño, al que logró lidiar al máximo, le colocó dos rejones de castigo firmes y el rejoneador, que se mostró firme en su cometida. Guadalquivir, Nómada, Lío, Bronce y Guadiana le acompañaron en una faena para recordar, banderillas cortas y largas, pero esa forma de incitar al toro, la manera de encontrarle, la entrega en cada movimiento se metieron al respetable en el bolsillo. Con Bronce, al que quitó el bocado y las riendas, lo bordó, marchándose con él al patio de caballos de espaldas y con el público en pie al grito de «¡Torero, torero!». Mató firme y con una gran ovación, pañuelos blancos al viento, el presidente concedió los máximos trofeos, dos orejas y rabo.
Un desatado Ferrer Martín consiguió los dos apéndices a su primero de la tarde. Le puso ganas, ilusión y la madurez que en sus anteriores apariciones en Antequera no había tenido. A pesar de fallar en el primer rejón de castigo que no rompió, consiguió encauzar la faena con Perchel, Mosca y Gitanillo, con banderillas largas, llamando a su adversario y luciéndose como no había hecho en anteriores tardes. El público se entregó al rejoneador y le premió con la petición de las dos orejas, que obtuvo tras el certero rejón de muerte.
El último de la tarde tampoco estuvo colaborativo; toros que fueron bastante flojos los de Prieto de la Cal. Martín puso ganas, pero no se encontró cómodo con el rival, le consiguió sacar buenos momentos con las banderillas largas montando a Perchel. El toro se fue apagando y el veleño se mostró algo descolocado, intentando conjugar faena y agradar a los tendidos. A pesar de todo, hizo lo que pudo, pero colocó un buen rejón de muerte que le dio, de nuevo, dos trofeos.
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