El doble debut de la soprano malagueña Berna Perles
La cantante estrena con éxito el rol de 'Manon Lescaut' en Pamplona en sustitución de Ainhoa Arteta y se prepara para su primera vez en el Teatro Real
Estaba en el ensayo, a punto de salir al tercer acto. El responsable de la producción la paró en mitad del pasillo y se lo ... dijo: sería ella quien interpretase a 'Manon Lescaut' en las dos funciones del Baluarte de Pamplona. «Y mi primera reacción fue echarme a llorar», reconoce Berna Perles con su naturalidad habitual. La soprano malagueña debutó con éxito en el rol principal de la ópera de Puccini en sustitución de Ainhoa Arteta, que aún se recupera de la Covid-19.
Perles recuerda esas lágrimas de «alegría y de descarga de tensión» desde Madrid, donde este martes comienza a preparar su estreno en el templo nacional de la lírica: actuará por primera vez en el Teatro Real y lo hará con la ópera 'Norma'. «Madrid es un sitio al que he venido tantas veces buscando tantas oportunidades, que entrar en el Real... es decir 'Aquí estoy'», expresa con satisfacción.
Afronta el desafío justo después de superar con nota un reto inesperado. La malagueña no estaba en el reparto original de 'Manon Lescaut', representada en una versión semiescenificada en Pamplona. Su misión era ocupar el puesto de Ainhoa Arteta en los ensayos previos hasta que ella pudiera incorporarse a la fase final, una vez concluido otro compromiso profesional que tenía. Pero nunca lo hizo. La soprano dio positivo en coronavirus, una infección que le ha obligado a cancelar también su próxima actuación en Oviedo. «Iba hecha a la idea de que no cantaba pero estaba encantada de entrar en el rol de 'Manon Lescaut', que va a estar muchos años en mi carrera. Es tan bonito, tan disfrutable, que solo con los días de ensayo estaba agradecida y feliz», cuenta.
En el último momento, el pasado 5 y 7 de febrero le tocó dar el salto y concluir sobre el escenario y frente al público el trabajo que había empezado en los ensayos. «Tienes que echarle valentía, confianza y lanzarte, no te queda otra», analiza. Las sustituciones de última hora son «estresantes y tensas». «Lo único que he hecho durante días ha sido estudiar, ensayar y dormir. ¡A veces ni comía!», exclama. Pero lo ha disfrutado como «una oportunidad» única.
Ponerse en el lugar de la gran Arteta no es tarea fácil. «Es una estupenda cantante, híper conocida y muy mediática. Probablemente muchos venían a ver la función con el reclamo de que estaba ella. Tenía la responsabilidad de que no se sintiesen decepcionados«.
Y el resultado ha sido muy positivo. La crítica ha valorado su autenticidad, que fuera ella sin querer imitar a la soprano guipuzcoana. «He intentado que la presión no me pueda. Yo soy Berna Perles y hago 'la Manon' que yo puedo y estoy preparada para hacer. Intento ser fiel a mí misma, a mi arte, a mi técnica, mi forma de cantar y mi expresión. Confío en mis características personales para hacer uso de ellas«, argumenta la malagueña. A su lado tenía un respaldo esencial: Manuel Hernández-Silva, quien fuera director de la Filarmónica de Málaga, en la dirección musical. »Nos conocemos mucho. Sé que tengo su apoyo y su confianza, y eso fue muy importante a la hora de poner en pie a mi Manon Lescaut«, admite, contenta de haber sumado ese papel a su »mochila«. »Conocedora de que todavía le puedo dar mucha vida al rol«, añade.
«Tienes que echarle valentía, confianza y lanzarte, no te queda otra»
Perles atiende al teléfono recién instalada en Madrid con toda su familia –su marido y sus dos hijos– para el próximo mes y medio. El 3 de marzo estrena una producción de 'Norma' en el Real en el papel de 'Clotilde'. Este martes es el primer ensayo del que será su debut en ese emblemático escenario. «Cualquier aspirante a cantante lírico, como yo he sido siempre piensa si algún día entrará en el Real. Ese momento ha llegado», sentencia.
No ha sido, en absoluto, de un día para otro. «He ido dando pasitos pequeños durante muchos años. Miro hacia atrás y veo un camino muy largo en el que he aprendido mucho«. Pero no le importa haber tenido que esperar para este día. La carrera no es para ella una montaña donde haya que conquistar la cima, sino una senda »que hay que ir disfrutando« metro a metro.
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