Cuando un sintecho te cambia la vida: la historia del cineasta malagueño que capta la cara oculta de EEUU

«Cuando hicimos el corto, empecé a filmarlo con mi camarita de estudiante, pero sin un objetivo claro. Después ganamos el premio del público en el Notodofilmfest y una universidad de Valencia invitó a Moses a una charla. En aquel viaje lo traje a Málaga y, a la vuelta, cambié el chip porque pasé de grabar de forma intuitiva a tener un proyecto de documental y una historia que contar para la que había que buscar los recursos», explica con pausa y pasión Fran Guijarro sentado en el Parador de Gibralfaro, después de hacerse unas fotos en el castillo y recordar su paso por el monumento con el propio Moses más de una década antes. Unas imágenes que forman parte de la película, al igual que el emocionado viaje del director y su protagonista a ver el 'Guernica' de Picasso en el Reina Sofía. De hecho, el documental se sale del guion habitual de este género ya que las entrevistas no son el argumento principal, sino la arrolladora personalidad de su protagonista, cuya presencia y desconocida historia juega con elementos de la ficción y su capacidad conmovedora.

La película retrata los esfuerzos de Moses por no ser un invisible cotidiano; su vida cuando era conocido por su verdadero nombre, Alvin Carbins; las causas que le llevaron a la calle; su relación rota durante 30 años con una familia; el abandono de su mujer y su hija; su inesperado pasado como músico; su relación con las drogas que le llevaron a consumir a diario crack y su particular lucha por la desintoxicación. Una salida en la que el cine fue su puerta de entrada para reconectar con la sociedad. «Con el documental, se vio rodeado por un equipo de gente que estaba muy interesado en él, como persona y como amigo, y creo que eso fue lo que le sacó, darse cuenta que ya no era un invisible y un zombie», relata el cineasta y creativo publicitario, que descubre lo que no se ve en las imágenes: «El también me ayudó, porque si no llego a conocer a Moses, seguramente sería siendo creativo publicitario haciendo spots de 30 segundos en lugar de dedicarme al cine y a contar historias humanas y mensajes universales».

La que está detrás de 'Moses' y que originó el documental en un principio fue la presencia masiva de sintecho en las calles de EE UU y la normalización de esta excepción. «Es el problema número uno de San Francisco y ningún alcalde ha sabido solucionarlo, pese a que se han gastado millones», lamenta el cineasta que asegura que la llegada de la epidemia del fentanilo ha agravado aún más las situación. «El otro día me bajaba de un autobús y había una persona tirada en la parada y la gente pasaba por encima como si no existiera», cuenta Guijarro que, pese a llevar un par de décadas viviendo en California, no ha perdido su empatía por los indigentes.

De hecho, el documental sobre 'Moses' creció y se convirtió en un proyecto transmedia denominado 'Stories Behind The Fog' (Historias detrás de la niebla), que recogía en un libro y en web las historias de un centenar de indigentes ocultos tras esa niebla habitual en San Francisco. «Cuando le ponemos la etiqueta de sintecho ya no vemos nada más, pero todos tienen su historia. Desde un millonario de Silicon Valley que acabó en la calle a una conductora de Uber que al terminar la jornada dormía en el coche, lo que no deja de ser otra forma de vivir en la calle», apunta Guijarro que reunió a una veintena de voluntarios para recopilar, grabar, fotografiar y escribir estas cien historias entre las que figuraban casos cruzados con la violencia doméstica de mujeres que preferían vivir al raso a vivir maltratadas en sus casas.

En este largo proceso de más de década y media junto a Moses -la persona y el documental-, el cineasta malagueño contó con la ayuda de numerosos profesionales y de los productores Juli López y Diya Guha. Además, para la finalización del filme aceptó un trabajo de director creativo en Amazon para costear la postproducción. «Han sido dos años y medio de mucho estrés diario y después los fines de semana editando la película, así que ha sido un 'sprint final' muy duro», resume el malagueño que ya le ha puesto el 'fin' al documental y ha dejado el pluriempleo para centrarse en nuevos proyectos y el estreno de su ópera prima. «Mi ilusión es que la seleccionen en el próximo Festival de Málaga», reconoce con ilusión Fran Guijarro.

A esa 'première' no podrá asistir el gran protagonista, el carismático Alvin 'Moses' Carbins, que falleció hace unos meses de un cáncer. Una muerte con la que el cineasta no ha querido acabar el documental. «Creo que cambiaría el mensaje del documental y, además, él vio la película antes de morir y he querido respetarla tal y como se cerró», cuenta Guijarro que no oculta que su protagonista se convirtió en algo más que un colaborador. «Pienso en Moses todos los días; me enseñó lo que es la amistad incondicional», cuenta emocionado el cineasta que acompañó a su amigo los últimos días en el hospital. Ahora anda buscando los mejores festivales para dar visibilidad a esta historia, mientras aprende a puntear la guitarra, el instrumento que Moses tocaba con maestría antes de caer en las drogas y la calle. De donde salió gracias a este documental. Aunque acordándose de aquel primer encuentro, Fran sonríe y abrocha: «En realidad, él me eligió a mí».