La película malagueña 'Hombre muerto no sabe vivir' llega a las salas

Dechent y Tous –que protagonizan escenas de gran altura interpretativa– representan en la ficción a una generación que hacía lo que fuera por sobrevivir y ganar dinero, pero dentro de unos códigos donde no todo valía. La amistad, la lealtad y el honor prevalecían pese a todo. Durante años se enriquecieron con el pelotazo inmobiliario y las drogas en una ciudad bajo su control, pero las nuevas generaciones y otras formas de hacer negocio amenazan su continuidad. El personaje de Jesús Castro es uno de los que piden paso cueste lo que cueste. Entre ambos extremos, se ve atrapado el rol de la malagueña Elena Martínez.

Cine de acción sin complejos, con escenas que obligan a apartar la mirada, que mantiene en tensión al espectador hasta el final. «Es una película de acción pero principalmente es una historia de personajes, pegada a la realidad y crueldad de este ambiente. La película habla de lealtad, de unos valores que la sociedad está perdiendo, de una época que ya no existe», explica el director.

Ezekiel Montes dirige, produce y firma el guion de una historia que le resulta cercana, que le remite a su adolescencia. «Mi barrio era así. Venía la policía, hablaba con el camello y seguía vendiendo droga. Y los niños jugando al lado. Mientras todo estuviera ordenado, a la policía le parecía bien. Para mi primera película quería conectar con eso». En La Unión y alrededores, encontró a sus «mejores amigos y a las mejores personas». «Si te dabas la mano, te la dabas», declara sobre el valor de la palabra y la amistad. Algo muy presente en la película.