Cuando Superman sobrevoló Málaga

«El Astoria ponía unas películas increíbles y, cuando los hermanos Moreno propietarios del cine nos vinieron con el encargo, nos pusimos a trabajar en algo grande», rememora el pintor Pepe Palma que, junto a su colega de pinceles Francisco Gómez González, firmó buena parte de los grandes murales que adornaron los cines de Málaga entre la década de los 60 y finales de los 80. Diseñaron su Superman a papel, después trabajaron con un carpintero que cortó las piezas como si fuera «un puzzle» y, finalmente, le dieron vida a aquellos chapones con un poco de pintura. Una supersilueta que está siendo rescatada por el documental Usted creerá que un hombre puede volar, que dirige Adrián Vereda y que viaja a marzo de 1979 fecha del estreno en Málaga para mostrar el impacto de aquella figura que hizo volar la imaginación de miles de espectadores que no pudieron resistirse a la supermirada de aquel inmenso Christopher Reeve que se alzaba más de tres pisos por la fachada del cine de la plaza de la Merced.

«También hicimos algunos recortables especiales, como el de Lo que el viento se llevó para el Albéniz, pero el de Superman fue espectacular y marco época como la propia película», confiesa el pintor que saca su lado cinéfilo y recuerda la épica de aquella cinta, que además «fue la primera que nos hizo creer que, como en el cómic, Superman era capaz de volar de verdad en la pantalla». Un cine mezcla de aventuras y ciencia ficción que marcó una época y que, a juicio del pintor, supera a las nuevas versiones, como Batman v Superman, que llegó la semana pasada a los cines de toda España. «Aquellas eran películas luminosas que, a diferencia de las de hoy día, son oscuras en imagen y en argumento», sostiene el artista que demuestra tener una supervista tras tanto años entre pinceles.

Carteles que vendían entradas

«El documental pretende precisamente rendir un tributo a artistas que, como Pepe Palma, lejos de la tecnología, el twitter, los youtubers, las publicaciones online y el exceso de información, conseguían llenar las salas de cine gracias a creaciones como la de aquel gigantesco Superman», explica el director y actor Adrián Vereda que está en pleno proceso de producción del documental Usted creerá que un hombre puede volar, que toma precisamente su título de la frase promocional que utilizó la Warner en el estreno a finales de los 70 del filme del superhéroe encarnado por el malogrado Reeve que, a la postre, sería el hombre de acero más humano de la historia del cine.

Aunque los carteles se pintaban uno sobre otro para aprovechar los lienzos, la silueta de Superman siguió teniendo vida los años siguientes ya que volvió a la fachada del Astoria para anunciar las dos siguientes secuelas del personaje, en 1980 y 1983. «Se guardaba en el almacén que tenía la empresa en el vecino cine Andalucía, pero el incendió de hace unos años que destruyó esta sala, arrasó el recortable», lamenta Pepe Palma. Paradójica metáfora de un cine incinerado por el tiempo y la tecnología, pero nunca olvidado por sus espectadores.