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Eva Longoria.
Donaciones 'made in' Hollywood

Donaciones 'made in' Hollywood

Estrellas del cine y de la música se vuelcan con las cruciales elecciones de noviembre, en las que se renueva la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado

Óscar Bellot

Sábado, 25 de octubre 2014, 07:27

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Puede que no tengan el brillo mediático que adorna la lucha por la Casa Blanca, pero de las elecciones del próximo 4 de noviembre depende el devenir de Estados Unidos en los dos próximos años, como evidencia la situación de bloqueo a que viene haciendo frente el programa legislativo del presidente Barack Obama desde que perdiese la mayoría de que gozaban los demócratas en la Cámara de Representantes al inicio de su primer mandato. Conscientes de ello, los dos partidos están recurriendo a toda la munición de que disponen en sus arsenales para una campaña que encara su recta final, y entre las balas introducidas en el cañón figuran destacadas personalidades de la industria del entretenimiento.

Matt Damon, Tom Hanks, Jeffrey Katzenberg, Judd Apatow, Leonardo DiCaprio, James Cameron, Ben Affleck, Ted Danson, Nicholas Cage, Steven Spielberg Son apenas algunos de los que han respondido al toque de corneta salido del Capitolio. Todos ellos se han apresurado a poner el altavoz de la fama al servicio de sus candidatos predilectos y, sobre todo, a desenfundar su chequera para alimentar las arcas de los aspirantes a uno de los 435 escaños de la Cámara de Representantes o a uno de los 33 sillones del Senado que se renovarán el próximo mes.

Como es habitual, el bando demócrata es el que más se beneficia de la implicación de las estrellas en la campaña electoral. Entre los más proactivos, la cantante, actriz y directora Barbra Streisand, quien la pasada semana envió un correo electrónico pidiendo a los votantes que emitiesen donativos a favor de los candidatos del partido del burro con el fin de revertir la situación en el Congreso, convertido a su entender en un "desastre". "Tenemos que actuar ahora. Nos estamos quedando sin tiempo y sin dinero", enfatizó la intérprete de 'Funny Girl', quien destacó el "gran progreso" logrado por Estados Unidos durante la presidencia de Obama, a la vez que subrayaba la cantidad de cosas por hacer que solo podrán materializarse con unas cámaras que dejen atrás el obstruccionismo.

Texas y Kentucky movilizan a las estrellas

Durante su alegato, Streisand, una de las más fieles amigas con que los demócratas cuentan en Hollywood, se refirió a las restricciones al voto impuestas por la Corte Suprema de Texas, que tienen como principales damnificados a los electores pertenecientes a minorías. Es precisamente el 'estado de la estrella solitaria' uno de los principales teatros de operaciones de la industria del entretenimiento en las semanas previas a los comicios.

Dominado por el 'Grand Old Party' desde que el presidente Lyndon B. Johnson acometiese los programas de la 'Gran Sociedad' y aprobase las leyes de defensa de los derechos civiles, Texas cuenta con un gobernador republicano con aspiraciones presidenciales, Rick Perry, y con dos senadores pertenecientes a dicho partido, John Cornyn y Ted Cruz, el último de los cuales tiene también puesta su mente en la Casa Blanca. Pero Perry acaba mandato y los demócratas han visto cómo se abría una posibilidad de al menos amenazar esa preeminencia republicana. De ahí que hayan puesto a sus grandes figuras al servicio de Wendy Davis, senadora por el décimo distrito de Texas que adquirió relevancia nacional al permanecer hablando ininterrumpidamente durante once horas con el fin de retrasar la votación de una serie de medidas antiabortistas.

Una acción de 'filibusterismo' que le convirtió en una heroína para los sectores más liberales, pese a que como candidata a la gubernatura de un estado eminentemente conservador, está obligada a nadar entre dos aguas. La campaña de Davis, que ha hecho de la educación pública una de sus principales banderas, ha recibido numerosas donaciones procedentes de Hollywood. Entre quienes le han firmado cheques se cuenta la propia Streisand, que ha aportado mil dólares a la candidata. Pero ni mucho menos es la única. La actriz Jennifer Garner le ha dado 25.000 dólares; el director Steven Spielberg le ha proporcionado 15.000, la misma cantidad que el ejecutivo de DreamWorks Jeffrey Katzenberg; el intérprete Matt Damon ha enviado 5.000 dólares, al igual que el director Tom Ford. Más modestos han sido Judd Apatow y Carrie Fisher, con mil dólares por cabeza, o Tom Hanks y Leonard Nimoy, con 250. Un dinero que no le ha servido sin embargo a Davis para recortar la ventaja de más de diez puntos que le lleva su oponente, el republicano Greg Abbott.

Otra candidata que está capitalizando el apoyo de Hollywood de cara a las elecciones legislativas es Allison Lundergan Grimes, quien aspira a desalojar a Mitch McConnell del escaño que ocupa en el Senado desde 1985. El envite de Grimes es crucial para los demócratas. Además de llevar casi tres décadas defendiendo los interés de Kentucky en Washington, McConnell es el líder de la minoría republicana en la Cámara Alta, un puesto desde el que ha jugado un papel clave en negociaciones como la que el pasado año permitió salvar 'in extremis' a Estados Unidos de la suspensión de pagos. Pero precisamente ese espíritu conciliador le ha convertido en blanco de los sectores más conservadores, dándole a la demócrata la oportunidad de conseguir para su partido el asiento en un estado que cayó del lado de Mitt Romney en las presidenciales de 2012, como cuatro años antes había hecho del lado de McCain.

Las encuestas sitúan a Grimes cuatro puntos por detrás de McConnell. Su campaña ha recibido ya más de 300.000 dólares procedentes de más de un centenar de actores y ejecutivos de Hollywood, de acuerdo con los datos de la Comisión Federal Electoral. Entre los donantes figuran el actor Leonardo DiCaprio y el cineasta James Cameron, quienes han facilitado 2.600 dólares por cabeza. Ben Affleck, Jennifer Garner, Nicholas Cage, Cameron Diaz, Mike Myers, J.J. Abrams, John Hamm, Jerry Seinfeld, Ben Stiller, Woody Allen, Aaron Sorkin o Tom Hanks son otras estrellas cuyo dinero ha servido para engrosar sus arcas. Mientras tanto, McConnell ha apelado a sus tradicionales financiadores, entre los que aparece el cineasta Clint Eastwood.

Grimes y Davis son dos de las grandes beneficiadas de la irrupción de Hollywood en la campaña, pero hay muchos más. Corey Booker, que opta a un escaño en el Senado por Nueva Jersey tras servir durnte siete años como alcalde de la localidad de Newark, cuenta entre sus adinerados partidarios a los actores Ben Affleck y Matt Damon. Por su parte, la actriz Julia Louis-Dreyfus ('Veep') ha extendido cheques a favor de Lois G. Capps, representante demócrata por el vigesimocuarto distrito de California. En tanto que Gwyneth Paltrow, una de las más activas en las últimas semanas, ha hecho lo propio con Tim Bishop, congresista por el primer distrito de Nueva York.

Diane Lane, Lily Tomlin o Eva Longoria son algunas de las que se han decantado por Marianne Williamson, quien aspira a reemplazar al demócrata Henry Waxman en el asiento del trigésimo tercer distrito de California. Y Barbra Streisand ha repartido fondos entre numerosos candidatos como Ed Markey -senador demócrata por Massachusetts-, Mark Udall -senador por Colorado-, Jeanne Shaheen -senadora por New Hampshire- o Mark Begich -senador por Alaska-, entre otros.

Poco eco de los republicanos

Mucho menos eco entre las 'celebrities' están teniendo los aspirantes republicanos. Donald Trump, quien sigue soñando con la Casa Blanca, ha facilitado dinero al senador texano John Cornyn, en tanto que John Elway, antiguo 'quarterback' de los Denver Broncos ha hecho lo propio con Mike Coffman, representante por el sexto distrito de Colorado, y con Lamar Alexander, senador por Tennessee.

Claro queda que si de los famosos dependiese, los demócratas recuperarían la mayoría en la Cámara de Representantes. Pero la fama y el dinero no son lo único que mueve la opinión de los votantes, que según las encuestas, volverán a dejarla en manos de los republicanos. El 4 de noviembre se sabrá si los sondeos andan o no desencaminados Y si el afán de las estrellas se ve recompensado.

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