Cervantes por Amenábar
Amenábar, Amenábar, de excelente filmografía: el día que estrenaste 'El Cautivo', absurdas polémicas había. Diatribas inanes, ah, o resúmenes de prensa que polarizaban, otra vez, ... ahora a cuento de una película sobre los años juveniles bajo cautiverio en Argel del creador de 'El Quijote'. Ya saben: hay agoreros que se han echado las manos a la cabeza, sin ni siquiera ver el filme, porque el oscarizado director, de sorprendente y meteórica carrera ahora metido en cocción lenta de dramas históricos, avisó de que en ella incluía la posible relación homosexual del prohombre de nuestras letras con su captor, Hasán Bajá. Los letraheridos habituales, sumados a los que saltan por cualquier nimio 'quítame de allá esas pajas' brincaron cual resorte, retratándose a sí mismos con más ahínco que cualquier daguerrotipo. Guardianes de la moral o censores de medio pelo que ni entienden lo que son las ficciones, ni las licencias de todo contador de historias, y que ni siquiera atienden a las posibilidades o lagunas históricas ya escritas, aprovechadas como trama aquí por Alejandro Amenábar, buen narrador como acostumbra en esta muy entretenida película.
Porque vista 'El Cautivo' -en sala de cine casi llena, ea- hay que decir que no, no se recordará por su despliegue de acción espectacular, aunque a ratos brinde alguna batallita o persecución. Estamos ante una fabulación casi teatral con base historiográfica que narra cómo un joven Cervantes, encarnado por el demasiado guapo y bastante correcto Julio Peña, se las apaña para aguantar y huir de su encierro africano, sentando las bases de su futuro como cuentacuentos universal. Llena de guiños visuales a la futura gran obra de su autor, densa en sus diálogos y de puesta en escena pelín repulida en algún momento, alberga también algún pellizco de gracia y hasta algún deje cursi habitual en su cine. Amenábar consigue así ahormar una historia de aventuras de factura clásica gracias sobre todo a un reparto logrado donde sobresale el magnético y enorme Miguel Rellán, candidato desde ya a su segundo Goya.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión