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Una de las obras de Leonardo da Vinci. Afp
El genio de Leonardo se expone en París en una muestra que bate récords

El genio de Leonardo se expone en París en una muestra que bate récords

La pinacoteca parisina inaugura el jueves una exposición con 162 pinturas, dibujos, manuscritos, esculturas y otros objetos

Paula Rosas

París

Martes, 22 de octubre 2019, 12:20

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Ha vendido más de 180.000 entradas antes incluso de su inauguración. Recoge la mitad de sus pinturas y todos sus dibujos más importantes del artista, que vienen de museos y colecciones particulares de medio mundo. Diez años de trabajo han sido necesarios para su preparación, y la organización se ha visto incluso envuelta en una trifulca diplomática. Todos los superlativos son aplicables a la gran exposición que el museo del Louvre consagra a Leonardo da Vinci en el 500 aniversario de su muerte, la más completa jamás dedicada a la obra del genio renacentista y, probablemente, la más importante que el gran templo del arte francés ha organizado en toda su historia.

El último en llegar a las espléndidas salas preparadas por el Louvre ha sido el «Hombre de Vitruvio», el más célebre de los dibujos del artista, al que finalmente un tribunal italiano permitió que abandonara la «Galleria dell'Accademia» de Venecia pese a las reticencias de los que lo consideraba demasiado frágil para abandonar el país. El emblema renacentista e icono de las tesis humanistas florentinas sella así la paz entre los gobiernos francés e italiano tras meses de discusiones y tensión por el préstamo, una polémica que va más allá del arte y la conservación, pero que ha acabado con final feliz.

El otro misterio que rondaba la exposición del Louvre, si mostraría finalmente el «Salvator Mundi», se ha resuelto negativamente. Por el momento, al menos. «Esperamos todavía la respuesta. Si el propietario quiere, lo aceptamos con los brazos abiertos», dijo ayer el comisario Vincent Delieuvin, que no pierde la esperanza de que la pintura más cara jamás vendida -por 380 millones de euros en 2017-, y que al parecer cuelga en el yate del príncipe heredero de Arabia Saudí, se una a la muestra del museo parisino. Pero más allá del espectáculo o el morbo -se discute aún sobre si es una obra de Leonardo o de su taller-, el «Salvator Mundi» poco más podría aportar a la exhaustiva y erudita colección que presenta el Louvre hasta el 24 de febrero de 2020.

En sus pasillos tenuemente iluminados cuelgan 163 obras, entre ellas diez pinturas -de las 20 que pintó a lo largo de su vida-, decenas de dibujos, documentos científicos, reflectologías infrarrojas -que permiten ver más allá de la pintura y comprender la forma de pintar de Leonardo- y varias obras de artistas de su tiempo. Entre las maravillas, el bello dibujo de la «Scapiliata», procedente de la Galleria Nazional de Parma, el delicado cartón de Burlington House, de la National Gallery de Londres, la «Madona Benois» del Hermitage de San Petersburgo, además de cuatro de las cinco pinturas que posee el Louvre -la mayor colección del mundo-, como el «San Juan Bautista», «La belle ferronière» o la hermosa «Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús».

La Gioconda no formará parte de esta exposición.
La Gioconda no formará parte de esta exposición. Afp

Las sonrisas de Da Vinci

La Gioconda, sin embargo, la gran estrella del museo, se ha quedado en su Sala de los Estados, dos plantas más arriba, «porque tiene demasiados admiradores», reconoce Delieuvin. Cada día la visitan más de 30.000 personas, una cifra incompatible con los 7.000 visitantes que acogerá diariamente la muestra de Leonardo, todas ellas con reserva obligatoria.

Visionario y perfeccionista, el genio de Vinci fue además arquitecto, científico, anatomista, filósofo o botánico, pero la exposición del Louvre quiere recordarnos que, ante todo, fue pintor, que la pintura estuvo siempre en el centro de su vida. «La ciencia siempre buscó hacer su pintura más precisa y lo más hermosa posible», defiende el comisario. Una pintura a la que él introdujo un factor crucial, el movimiento, y un detalle entonces revolucionario, la representación de los sentimientos más profundos del alma humana con la que, según Delieuvin, «cambió toda la historia del Arte».

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