Animales domésticos
Cruce de vías ·
Eran otros tiempos. Los bañistas se hacían fotos con cachorros de tigre como si fueran gatos
Nunca olvidaré aquel sábado al mediodía que entró un toro en el portal de casa. Se había escapado del camión que lo trasladaba al matadero ... y eligió la puerta del Bajo 1ª para buscar refugio. Mi padre se hallaba expectante al otro lado de la puerta mientras mi madre, mis dos hermanas y yo permanecíamos encerrados en la habitación del fondo. No recuerdo el tiempo que pasó el animal olisqueando a través del quicio de la puerta, como si se hubiera escapado de casa e intentara volver a entrar mansamente. Hasta que salió de nuevo a la calle, subió la rampa del camión y el conductor reanudó la marcha como si no hubiera pasado nada. Ignoro lo que sucedió después, no creo que lo indultaran. Tampoco sé lo que hubiera ocurrido a mi padre si el toro hubiera embestido y empleado toda su fuerza.
Los célebres encuentros con grandes animales nunca se olvidan. Los padres de mi amigo Alfonso Fuentes tenían un león en su casa en el centro de la ciudad. Estoy hablando de hace muchos años. Lo acogieron cuando era un cachorro y creció hasta hacerse adulto. Una de las habitaciones de la vivienda estaba destinada al león y a menudo yo iba a visitarlo después de clase. Era como si hubiera una casa dentro de otra casa con una mirilla en el exterior por la cual se podía ver al animal deambulando de un lado a otro de la jaula que cada día se le quedaba más pequeña. Nunca me dejaron traspasar el umbral de la habitación y acariciarlo. Lo veía disminuir de tamaño a través de la mirilla, como si se hallara muy lejos. El padre de Fuentes acabó regalándolo al zoológico y una mañana me llevaron a visitarlo. Nos miró de una manera extraña. No pudimos verlo de cerca porque su nueva jaula estaba rodeada de agua. Andaba de un lado a otro igual que hacía en la habitación, como si estuviera planeando huir a la selva.
Aquellos eran otros tiempos. Los bañistas se hacían fotos en las playas con monos y cachorros de tigre como si fueran gatos. Hoy no se permite tener un animal salvaje en casa aunque sea más civilizado que muchas personas. Pero a ciertos animales no se les puede sacar a pasear como si fueran perros. Me preguntó cómo salió el león de Fuentes a la calle desde el tercer piso. No creo que cupiera en el viejo ascensor, o sea que tuvo que salir por el balcón o hacerlo por las escaleras. Supongo que tomaron precauciones para que no se cruzara con ningún vecino. Luego subió al camión igual que hizo el toro y lo condujeron al Parque en lugar del matadero. Sin embargo murió pocos meses después. Tenía nueve años, la misma edad que yo entonces.
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