«En la televisión hablan de la valla de Melilla como si fuese una invasión y no lo es»
La artista malagueña Flora Fernández gana el Premio SGAE de Guión Julio Alejandro 2015 gracias a una historia sobre el conflicto fronterizo
ISABEL VARGAS
Sábado, 31 de octubre 2015, 16:12
«Los militares nos golpean, nos aporrean los brazos. Han partido las cabezas y las piernas de alguno de nosotros». Esta sobrecogedora declaración se escucha ... en 'The land between', el documental de David Fedele sobre la vida de subsaharianos que intentan saltar la barrera militarizada de Melilla. Para la malagueña Flora Fernández esta película ha sido «una fuente de documentación importante» durante la escritura de 'El salto', la obra que le ha hecho ganar esta semana el XII Premio SGAE de Guión Julio Alejandro. «En mi guión el punto de vista más importante también es el de los subsaharianos que intentan saltar la valla», explica Fernández.
El protagonista de 'El salto', Mussa, hace tiempo que emigró a España. Reside de forma irregular en Madrid, tiene mujer e hija y trabaja como ayudante de cocina. Al mismo tiempo el guión escarba en su pasado. Antes de que Mussa llegará a cruzar la frontera vive un tiempo en el monte Gurugú, acampado. La vigilancia a uno y otro lado de la frontera hace muy difícil su supervivencia y la de todos los subsaharianos que, al igual que él, intentan entrar en Europa por ese punto.
«Son situaciones que ocurren. Las he leído en el periódico. Lo que pasa es que hace cosa de año y medio salían a diario en las noticias la información de saltos y tenía la sensación de que los telediarios imponían una opinión... En la televisión hablan de la valla de Melilla como si fuese una invasión o una avalancha y no lo es», admite. En el relato de Fernández el punto de vista de Mussa no es el único. «También aparece un activista que intenta ayudar al protagonista y una familia de guardias civiles que vigilan la frontera», detalla.
La «moda» de los sirios
Durante la conversación aparece el tema de los refugiados sirios, «una moda» en la agenda 'setting' de los medios. «Algunos de ellos llevan mucho tiempo intentando cruzar el estrecho», subraya. Tampoco cree que sea un «secreto» que las fuerzas auxiliares marroquíes han empleado la violencia en el monte Gurugú. «Algunos medios sí que han publicado historias con nombres y apellidos sobre la problemática», puntualiza.
La malagueña quiere creer que los medios no intentan manipular, aunque «el lenguaje invita a ello», reconoce. «Es más el impacto visual de ver a un montón de gente intentando sortear la valla, porque luego lees informes hechos por instituciones o ONG y no es tal la avalancha», declara. En más de una ocasión indica de manera indirecta que si a alguien se debe culpar de esta situación es a «los gobernantes que miran a otro lado». «A mi juicio la Unión Europea no tiene la empatía en sus primeros puestos. Hay otras motivos que pesan más a la hora de decidir cosas que afectan a la vida de tantas personas», admite seria.
La autora ha recibido el galardón coincidiendo con la entrega de las Espigas de Oro en la 60 edición de la Seminci de Valladolid. «No creo que me vaya a cambiar la vida, pero espero aprovechar el empujón para mover el guión e intentar que se convierta en un filme», confiesa honesta esta «trabajadora periódica como guionista de televisión». «Los guionistas del mundo audiovisual estamos abocados a llevar una vida inestable. Conseguir que te contraten es una suerte de lotería», remata.
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