El día de suerte de Javier Calleja en París
El artista malagueño inaugura su primera exposición individual en Francia, 'This is your lucky day', sacando a la luz bocetos de su estudio y vistiendo sus lienzos con inmensos marcos de madera
Hoy es su día de suerte y de poco importa que el trébol que sostiene en las manos solo tenga tres hojas. «Siempre buscamos el ... de cuatro, lo complicado. Pero tenemos que aprender a valorar las cosas más cercanas, más fáciles, porque así tendremos más días buenos», reflexiona Javier Calleja poco antes de abrir al público 'This is your lucky day' ('Este es tu día de suerte'), su primera exposición individual en Francia, en la galería Almine Rech París. Podrá visitarse hasta el 25 de junio, pero ya está todo vendido desde hace días.
El artista malagueño conquista otro rincón del mapa con sus personajes de grandes ojos-gota y pelos-nube con una selección de dibujos inéditos y cinco grandes lienzos. Esta vez no hay esculturas, pero Calleja sigue explorando la dimensión tridimensional de su arte vistiendo aquí los lienzos de grandes marcos de madera diseñados por él y fabricados en el taller malagueño de Manuel Molina. La pintura se convierte así en un objeto artístico, difuminando los límites que le separan de la escultura.
Forma parte también de su juego con las proporciones. Los inmensos marcos de inspiración clásica envuelven el gran lienzo de casi dos metros de alto que da título a la exposición, pero también los cuadros de formato más reducido. «Crean una distorsión de la escala, hacen que el espectador se sienta más pequeñito frente a la obra», explica el artista. Ese contraste produce, como explican desde su oficina, «una engañosa sensación liliputiense» que impacta en quien lo contempla.
Su inconfundible lenguaje visual se acompaña una vez más de frases que invitan a ir más allá del color y de la imagen aparentemente amable de su pintura. «Me gusta hacer pensar», admite. Pero sin presiones, sin imponer un mensaje ni un análisis sesudo. Es la filosofía del «simple, but not easy» que domina su creación. Mientras se lee 'Best day ever' ('El mejor día de mi vida'), se ve a una de sus características criaturas esbozando una inquietante media sonrisa; en 'Tea time' ('La hora del té'), la taza de té se convierte en sombrero; en 'Sooo ooo nice' ('Tan bonito'), una pequeña flor asoma por un flanco del cuadro; y 'Let's go crazy' invita a hacer locuras con un cazo en la cabeza.
El origen de todo se expone por primera vez en otra planta de la galería. Javier Calleja saca a la luz bocetos de su estudio, papeles en los que trazos espontáneos de sus personajes se mezclan con un número de teléfono, la referencia de un envío o el recordatorio de una cita. El resultado es una especie de diario artístico y personal que refleja «el monólogo interior que se esconde tras el inquieto imaginario de Calleja», explican desde su oficina.
Y mientras 'This is your lucky day' se inaugura, su equipo ultima los detalles de sus próximos proyectos. En quince días su obra estará en una exhibición colectiva en Grecia y Calleja ya prepara su regreso a Tokio, a Parco Museum, con una muestra que después viajará a Vancouver y Seúl. Tras Parco Museum, el malagueño presentará una exhibición a dúo con el norteamericano Joseph Kosuth en Shanghái.
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