Donar sangre: un pequeño gesto que salva vidas
Las facultades se convierten en epicentros solidarios para fomentar la conciencia social entre los estudiantes
María Donoso
Martes, 3 de diciembre 2024, 18:03
En el bullicio cotidiano de las facultades de la Universidad de Málaga, unos autobuses de donación de sangre no han sido solo unos vehículos estacionados, ... sino un símbolo de esperanza, un recordatorio de que un acto sencillo puede marcar la diferencia. Cada vez que los estudiantes se animan a donar reafirman la importancia de la solidaridad en la sociedad.
Cecilia Quílez, estudiante de Medicina, lo resume de forma sencilla: «Aunque suene a tópico, es un gesto muy simple y sin costo para nosotros, pero tiene un impacto enorme. Hay muchísima gente que lo necesita y, si cumples los requisitos de edad, peso y salud, ¿por qué no hacerlo?». Quílez no solo lo dice, lo vive, para ella, que ha tenido un familiar tratado por leucemia, la importancia de donar es más que teórica; es personal.
En las universidades, el mensaje de colaboración encuentra oídos receptivos, especialmente cuando las iniciativas se acercan a los jóvenes. Marina Martínez, estudiante de Biología, destaca la facilidad que brindan los autobuses móviles que cada año vienen a las facultades: «Donar sangre me parece crucial para quienes lo necesitan en operaciones o tras accidentes. Personalmente, suelo hacerlo cuando los autobuses llegan a la facultad, porque está a mano y anima a más personas a participar». Esta accesibilidad es vital, Quílez insiste: «Acercar los puntos de donación a las facultades o a lugares donde pasamos mucho tiempo hace que sea más probable que nos animemos». No obstante, también se les anima a que acudan a los hospitales, para así obtener además mayor información sobre otras formas de ayuda.
Cada acción cuenta cada vez más
No solo se trata de sonar sangre. La Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil (AVOI) en Málaga trabaja incansablemente para concienciar sobre la donación de sangre y de médula ósea, otro pilar fundamental de la esperanza para pacientes con enfermedades como la leucemia. Rocío España, una de las voluntarias de AVOI , explica: «Las posibilidades de encontrar una médula compatible para un paciente aumentan con cada nuevo donante. Es crucial inscribirse en el registro, y el proceso es más sencillo de lo que la gente cree».
Los voluntarios no solo animan a donar sangre; también informan sobre la donación de médula a través de unos pequeños libros con ilustraciones. «El registro es simple: una muestra de sangre para identificar compatibilidad y listo. Si algún día te llaman, tienes la oportunidad única de salvar una vida con un proceso que, aunque suene intimidante, es sencillo y seguro», señala España. El impacto trasciende las cifras y se vuelve tangible en historias como la de Quílez, que añade: «Posiblemente en algún momento tú o alguien cercano necesitará una transfusión. Es en esos momentos cuando entiendes lo esencial que es la generosidad de otros».
Un acto que salva vidas
La sangre recolectada en estos eventos tiene destinos claros: hospitales y centros médicos donde es indispensable. Desde cirugías hasta tratamientos de emergencia, las bolsas recolectadas son un salvavidas para innumerables pacientes. «Para nosotros, donar es un gesto pequeño, pero para quien lo recibe, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte», enfatiza Elvira Rodrigo, voluntaria de la asociación AVOI.
Con cada autobús que se estaciona en una universidad o con la visita a un hospital, cada estudiante que alza la mano para donar reafirma un mensaje: un pequeño acto puede cambiarlo todo. Los jóvenes están demostrando que la solidaridad es más que un valor; es una acción concreta que puede salvar vidas. Al final, la donación no solo transforma al receptor, sino que deja una huella imborrable en el donante, una lección de vida que resuena mucho más allá del campus.
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