'De color de rosa': las fotografías que realzan el significado de la sororidad

La elección de la temática puede resultar lo más complejo, pero tan solo requiere un poco de introspección y conocimiento propio. «Queríamos hablar a través de imágenes de algo que nosotras realmente supiéramos. De ahí la sororidad, porque sabes de lo que estás hablando y lo sientes en tu día a día», expresa Ramos con una gran sonrisa. «Queríamos algo femenino; de chicas, pero como símbolo cultural y la sororidad los representa un poco, esa amistad entre chicas. Ese cariño, compañerismo y a veces locura».

Los colores en la fotografía son muy estratégicos. Una imagen en blanco y negro, aunque suene contradictorio, atrae más la atención, puesto que estamos acostumbrados a un mundo lleno de colores. Pero no solo las personas tienen prejuicios, ciertos colores también; uno de ellos: el rosa. «El rosa se tiene, en general, asociado a algo muy femenino. Por eso, queríamos destacar lo femenino, una tarde de chicas, que se convirtió en el eje central de nuestro concepto creativo», destaca Valenzuela. «Es un color que llama la atención y que rompe un poco la monotonía del folio en blanco con cosas encima. Nosotras ponemos las cosas sobre un fondo rosa».

Pero en lo aparentemente dirigido tan solo a un público femenino, hay un mensaje más profundo. «Se tiene muy infravalorado las cosas de niñas y se les atribuye, consecuentemente y a lo largo de los años, a las jóvenes y luego a las mujeres. Usar maquillaje y el color rosa, no te hace ser menos importante. Te hace ser tú», señala Ramos. «A través de nuestras fotografías se encuentra esa reflexión: ¿únicamente es una tarde de chicas o es el símbolo de la amistad incomprendida?».

Centrar el proyecto sobre una tarde de chicas era un reto importante. «Apenas contábamos con recursos. Nuestras cámaras y poco más», expresa Valenzuela. Pero es ahí dónde se encuentra la magia de este proyecto: aprovechar todo recurso que tengas alrededor. «Usamos la luz natural, maquillaje propio y las modelos trajeron la vestimenta acorde a la temática. Ya con todo eso, nos pusimos manos a la obra y nos pasó lo que menos esperábamos: se convirtió en una auténtica tarde de chicas y salieron fotografías que no esperábamos», afirma con gran ilusión Ramos.

Las estudiantes encontraron inspiración para sus fotografías y su posterior edición en los trabajos de Petra Collins, directora de fotografía, actriz y modelo, y Justin Kuland con su libro titulado 'Girls Pictures'. «Descubrimos el trabajo de Collins y sobre todo nos fijamos en el uso del color y el grano en sus fotografías y lo aplicamos a las nuestras como técnica», explica Valenzuela. «Nos fijamos en el trabajo que realiza Kuland, porque, aunque nosotras somos chicas y sabemos cómo somos, es interesante inspirarte en algo ya hecho y que muestra el valor de las acciones cotidianas entre chicas», comenta Ramos.

Aunque la fotografía no es concretamente el camino que quieren tomar, no rechazan realizar otro proyecto similar. «Trabajar juntas ha sido una experiencia magnífica. Teníamos miedo al principio porque se te vienen todos los problemas e incertidumbres, pero al final todo vale la pena por algo que sientes y defiendes», expresan las estudiantes. «Es cierto que nuestro concepto es muy específico y no todos llegan a la misma conclusión o ni siquiera saben lo que es la sororidad. Pero ahí está también el arte de la fotografía, que el significado se lo das tú en todo momento».

Muchas fotografías de su proyecto se quedaron fuera, pero el aprendizaje nunca pierde su lugar. No se necesitan materiales extremadamente costosos o de gran calidad, para llevar a cabo una idea y un mensaje. Las fotografías son la unión de luces, paisajes, personas y lentes. Pero lo más importante, son la ilustración de una idea que acaba convirtiéndose en una tarde de conversaciones infinitas y un atardecer que tiene pinceladas de ese color rosa.