El suicidio: de un tema tabú a tratarse en las aulas universitarias
Lucía Pérez, profesora de psiquiatría en la UMA: «El 40% de los jóvenes se autolesionan o alguna vez lo han hecho»
Irene Manzano
Martes, 16 de abril 2024, 10:17
El suicidio, tema delicado y a menudo rodeado de tabúes, se abre paso en la vida cotidiana y aterriza en las aulas donde cobra aún más importancia. En un esfuerzo por abordar esta materia con sensibilidad y precisión, los medios de comunicación exploran a su vez cómo informar de manera responsable sobre el suicidio y su tratamiento. En este contexto, persiste la duda sobre cómo ofrecer unos datos apropiados de calidad y sin suscitar el morbo en la sociedad.
«¿Qué es el suicidio? El suicidio es el desear, idear y llegar a intentar quitarse la vida. Una serie de conductas que suelen surgir desde una situación de sufrimiento y que su resultado final es la muerte», reflexionó la doctora Lucía Pérez, profesora de Psiquiatría de la UMA, junto con el periodista de SUR Juan Cano, especializado en sucesos y tribunales y doctor en Ciencias de la Comunicación por la UMA, el pasado 9 de abril en una nueva edición del Aula de Periodismo y Salud, espacio de divulgación científica promovido junto al Colegio de Médicos y la asignatura de Periodismo Científico de la UMA, a cargo de Laura Teruel.
La psiquiatra manifestó que todas las personas alguna vez pensaron en la muerte, o al menos, en intentarlo o planificarlo. «El 40% de los jóvenes se autolesionan o alguna vez lo han hecho y es que según las estadísticas el suicidio se coloca entre la segunda o tercera causa de muerte». Ahora bien, según Pérez, el perfil del joven suicida es casi tan común en hombres y mujeres, pero varía según los problemas emocionales y está muy relacionado con el consumo de drogas.
«El 50% de las personas que se han suicidado lo han contado, el verdadero mensaje es si te hablan de muerte, ya es una señal. En el suicidio hay que ganar tiempo e intervenir contra la soledad. Si alguien empieza a lanzar mensajes o le ves triste, deprimido, es el momento de actuar», señaló el periodista.
Una de las problemáticas del suicidio la recalcó la moderadora del evento, Rebeca García-Miña, vicepresidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga y responsable de Comunicación del Colegio de Médicos: «El tratamiento informativo del sucidicio durante muchos años en las facultades y redacciones era invisible, lo que era tabú no existía». Pero no solo existe, sino que, según la Organización Mundial de la Salud, es necesario hablar de él, para tener un efecto preventivo en la sociedad.
El doctor de la UMA explicó que a veces, desde la profesión periodística, se ignora el tema, a excepción de cuando se celebra un día puntual, algo que vendría marcado por la teoría de la agenda setting que define los contenidos mediáticos. «Existe un nicho muy bueno de trabajo en las historias de suicidio que no se llegan a consumar, son mensajes y testimonios muy poderosos que llegan a la sociedad», expresó.
No contar todo
«Quiero pensar que estamos entrando en una época en la que el suicidio se aborda desde otra perspectiva», comentó Cano. El comunicador recordó la primera vez que trató el suicidio en el SUR, en el año 2008, en plena crisis económica en la que muchas personas llegaron a suicidarse porque los desahuciaban. «Resultó muy complicado contarlo, porque lo fácil era ceñirse a lo básico cuando había mucho más».
El especialista en tribunales y sucesos alentó a los futuros periodistas a que escribiesen sobre salud mental pero que no olvidaran: «Desde primero de carrera os enseñan que las noticias deben seguir la regla de las 6W, que no puedes ocultar información al lector, y cuando se te presenta un caso de suicidio, es completamente diferente y muy difícil de tratar».

El periodista de SUR confesó preguntarse cada vez que cuenta una historia en qué va a contribuir a la sociedad porque en ese momento se tiene en la mano el poder de ayudar a las personas vulnerables. «Si las noticias de suicidio se cuentan mal, se produce un efecto 'werther', sin embargo, si se cuentan bien se produce un efecto papageno, es decir, preventivo». Cano reveló que varios estudios de la psicología plantean que este efecto 'werther' está más relacionado con los jóvenes por los suicidios de figuras conocidas para ellos, que son sus referentes.
Ambos expertos coincidieron en que el contenido que reproducen las redes sociales influyen negativamente en las capacidades emocionales de los jóvenes, y en ocasiones les conducen a una espiral de la que son incapaces de salir y puede desembocar en una conducta suicida.
Conversaciones incómodas
«El suicidio es algo de lo que a los médicos nos cuesta hablar porque nos cuesta dedicarnos a la salud mental. Tenemos que aprender a preguntar abiertamente sin morbosidad porque es un problema de salud pública al que los médicos del futuro se tendrán que enfrentar», reconoció Pérez.
Cano declaró que la sociedad va muy rápido y no hay tiempo para hablar de asuntos incómodos y que las personas se sienten culpables cuando alguien habla de soledad, por eso le dan la espalda. Para el periodista, una herramienta preventiva es charlar, «es un mecanismo muy bueno para liberarse». Y añadió: «Antes del psicólogo, por qué no nos paramos a hablar con nuestro entorno».
La psiquiatra admitió que el tabú de la salud mental ha evolucionado. «Hace unos años le contabas a tu amigo que ibas al psicólogo y la respuesta era incómoda, ahora ya está normalizado, se ha roto ese estigma». Aunque, también expuso que las personas piensan que el psicólogo tendrá la solución a todos los problemas, pero realmente solo da herramientas para llegar hasta la decisión pero «el que la tienes que tomar eres tú».
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