Pinep Experience: Navegando en las emociones, transformando vidas

Ira, felicidad, indiferencia, amargura… Muchos son los sentimientos que rondan a lo largo del día por nuestra cabeza. Muchas son las personas, acciones o situaciones que propician que nuestra parte más emocional se active y salga a relucir. Algunos más positivos que nos revitalizan y otros, por el contrario, más negativos que en algunos casos nos hace sentir apesadumbrados. Pero todos son igualmente válidos.

Emulando la mítica y famosa frase del tío Ben en los diferentes medios visuales y literarios de Spiderman, hay que decir que «unos fuertes sentimientos conllevan una gran responsabilidad». Ese caballo desbocado que son, en muchas ocasiones, los sentimientos es importante saber domarlos y ahí entra en escena empresas como Pinep Experience S.L. Esta empresa es una EBC de la Universidad de Málaga, la que tiene como objetivo llevar los últimos avances en gestión emocional a aquellos ámbitos que puedan sentirse beneficiados.

Para ellos la línea es muy clara: conformar un programa de gestión emocional consciente y poder trasladarlo a formatos de formación de ámbito profesional, a través de formación o creando experiencias dentro del hábitat natural.

A los mandos de este barco, que se encuentra en pleno anclaje en las costas de la UMA y en las vidas laborales de múltiples empresas, aparece la coordinadora de este proyecto: Natalia Ramos, directora del máster mindfulness y equilibrio emocional de la Universidad de Málaga y socia fundadora de Pinep Experience S.L.

La empresa que se encuentra en pleno proceso de instalación en su nueva sede, The Green Ray, edificio del Parque Tecnológico de Andalucía, en colaboración con la Universidad de Málaga, organiza experiencias como talleres de tango o pádel para trabajar la gestión de los sentimientos.

«El tiempo que les enseñamos conceptos sobre el tango, también nos sirve para explicar elementos que tienen que ver con el liderazgo, la comunicación entre dos, de qué depende que una coordinación funcione o no….», explica Natalia Ramos.

Los inicios nunca son fáciles y más tratándose de una empresa donde el producto es de carácter intangible. Si a eso le sumamos la «cultura materialista», como la define Ramos, pueden llegar a complicarse y conseguir hacerse un hueco en el mercado. La venta de tecnología, como puede ser un teléfono móvil, es algo tangible. Tú sabes cuando funciona y cuando no. Sin embargo, cuando una persona está transmitiendo unos sentimientos en un momento determinado, es distinto.

En boca de la protagonista, «un trabajo emocional es mucho más, y al final, hasta que no lo experimentas, no es lo mismo que algo que estás tocando». De ahí el interés de la empresa por «salir a la calle» siempre aportando una base científica, poniendo los conocimientos en práctica y creando una solidez en el producto.

La ambiciosa entidad nacida desde las profundidades de la universidad está compuesta por un equipo docente que son los encargados de llevar a cabo esas experiencias junto a profesionales externos relacionados con la experiencia en sí. Para la socia fundadora de Pinep Experience S.L, la idea de trasladar los conocimientos de gestión de emociones a ámbitos controlados permite a los trabajadores aprender «en un contexto distinto».

Desde la empresa del conocimiento perteneciente a la UMA inciden en la idea de las experiencias como medio para poder llegar a esa educación de los sentimientos. Algo que hace destacar a esta empresa por delante de otras es que en otros casos la evaluación de las emociones todavía se está haciendo mediante el punto de vista de los autoinformes, mientras que Pinep Experience aboga por medidas mucho más experienciales. «Nuestro programa es muy experiencial a diferencia de otros programas que dan mucha teoría de emociones. Hay que explicarle a la gente que aprender emociones implica aprender a sentir y eso no es intelectual», apunta Ramos

Como bien indica, el trabajo emocional requiere «más tiempo», de ahí la idea de poder ofrecer otro servicio dentro de la empresa que ella califica como «acompañamiento emocional». Poder mantener un contacto durante un largo periodo de tiempo, de manera 'on line', a título personal y crear un «seguimiento» de esas emociones.

La universidad es una de esas áreas donde los sentimientos más suelen salir a flote: quizás sea por la exigencia lectiva o por el hecho de convivir durante un espacio prolongado de tiempo con un núcleo definido, sea como fuere la aceptación de esos sentimientos también tienen una influencia en el apartado lectivo.

Pinep Experience S.L tiende una mano a los estudiantes, ya que en una de sus tres grandes áreas de trabajo se encuentra la formación universitaria. «La idea es poder apostar por un modelo de educación que recoja los estándares más clásicos con alternativas que se vayan acercando a la demanda o a las inquietudes más sociales», aclara la directora del máster 'mindfulness' y equilibrio emocional.

Esto no solo se extrapola a un tema del alumnado simplemente. La necesidad de que exista una formación a los docentes sobre este tipo de cuestiones también coge un gran protagonismo en escuelas, institutos y universidades. Los profesores y docentes son parte clave de ese proceso y de ahí de esa necesidad latente.

«Nosotros empezamos a realizar formación en colegios, pero realmente es necesario formar a los docentes, que son las personas con quien más tiempo pasan los alumnos. No sirve de nada que vayamos un rato y expliquemos varios aspectos, si luego no existe esa continuidad y cotidianidad», explica la integrante del proyecto. Afirma también que en el terreno lectivo la gestión emocional ahora mismo es de «máxima prioridad», sobre todo por los problemas de «salud mental» y «socialización». Conseguir dar una vuelta y cambiar los modelos de enseñanza y aprendizaje es lo que persigue la docente en la Facultad de Psicología: «Me encuentro alumnos desconectados, muy metidos en sus ordenadores, relacionándose menos, interaccionando menos… Y eso está teniendo un coste».

Las cifras de consumo de psicofármacos respaldan la afirmación de Natalia Ramos. Ese coste emocional contratado a una sociedad de hiperdesarrollo de las tecnologías está provocando que algo esté fallando: «Se nos olvida que el ser humano básicamente es un ser social y que nos necesitamos, que necesitamos saber cómo enfrentar conflictos, saber cómo conectar con emociones, saber cómo gestionar emociones...»

El querer sentirse bien por el simple hecho de sentirse bien es un error. Pinep Experience lo asemeja a una carrera de fondo, donde habrá momentos de malestar con una gran intensidad física y llega un momento que parece que no puedes más, de ahí la importancia de saber gestionar todos estos factores que nos rodean.

La cabeza de Natalia Ramos no para de funcionar, las diferentes experiencias se van sucediendo con el paso de las semanas. Una de las últimas en ponerse en funcionamiento es la de 'Bienestar Senior' en las que personas de avanzada edad podrán sumarse a este tipo de talleres.

Fotografía o literatura son otras áreas donde la empresa tiene pensado dar el salto. Aunque Natalia Ramos advierte de la complejidad de la creación de nuevas experiencias: «Cada experiencia requiere un diseño porque te tienes que sentar con el profesional del sector, además conformar el programa emocional».

Natalia Ramos recalca el valor que tienen este tipo de proyectos: «No es lo mismo tener un equipo de trabajo de gente consciente emocionalmente y que se encuentre bien que de personas que están mal emocionalmente, que no saben comunicarse o que tienen un problema».

• Temas
• Málaga (Provincia)