Los mayores más conectados afrontan los desafíos de la ciberseguridad

La soledad y el aislamiento social pueden aumentar la vulnerabilidad de los veteranos. La búsqueda de conexiones y la participación en comunidades virtuales pueden exponerlos a estafadores o delincuentes en línea que se aprovechan de su necesidad de compañía. Esto motivó la organización por parte de CyberCamp-UMA del 'Taller de Competencias Digitales Protección y Seguridad frente al Abismo Digital', dirigido a personas mayores con más riesgo de exclusión en el campo de la ciberseguridad.

Al acto asistieron diferentes grupos de mayores de pueblos malagueños, la Cruz Roja de Sierra de las Nieves, Antequera, Ardales, Pizarra y de la capital organizaron el traslado hasta el Muelle Uno. La charla fue impartida por voluntarios que trabajan en 'Google' en diferentes departamentos (ventas, ingeniería, seguridad…). El taller de competencias digitales se enfocó principalmente en tres puntos: el primero, en enseñar el uso de los teléfonos de forma segura; practicar el empleo de aplicaciones en Internet, y por último, responder las dudas que se planteaban.

Hay que tener en cuenta que, si bien la tecnología está comenzando a ser utilizada de forma masiva por todos los grupos de población, especialmente desde la pandemia, las competencias digitales básicas a seguir para estar protegidos en este entorno son un aún un reto para este grupo de edad.

Isabel Hidalgo, coordinadora y responsable de la Cruz Roja de mayores, narró su labor como miembro de la organización: «Mayormente nos centramos en las personas mayores que están más solas. Hacemos un itinerario diario con ellos». El año pasado fue en la sede de cada pueblo, pero este tomaron la decisión de realizarlo en el Centro de 'Google' y que ellos sean los que se desplazaran porque «les gusta mucho más».

Milagros Pérez (Málaga, 1999), trabaja en Cruz Roja desde julio de 2023, en la asamblea de Sierra de las Nieves, y allí llevan el proyecto contra la soledad no deseada en mayores. «Nuestro objetivo es fomentar la participación de ellos, y por eso estamos aquí. Nuestro trabajo se resume en detectar la soledad en ciertos mayores, y según sus necesidades se les ofrece salir y conversar con otras personas, pasear o trabajar la memoria. Tenemos una furgoneta y hemos podido traer a seis de entre 65 y 75 años», manifestó la educadora social.

«Sí que es verdad que alguno de ellos vienen de aquí de la capital, pero otros muchos pertenecen a pueblos del interior como Sierra de las Nieves, Antequera o Pizarra, y no tienen las mismas herramientas digitales. Por eso nos centramos principalmente en la brecha digital de estos mayores», añadió Hidalgo.

María del Carmen tiene 66 años, vive en un barrio de Málaga, Miraflores. Decía haber accedido a participar en el curso porque «no sé lo que vamos a hacer pero todo lo que haga seguro que bueno será. Al menos nos distraemos». Junto a ella, se encontraba su teléfono, del que no se separa en ningún momento: «Tenemos móviles, 'smartphone', me meto en WhatsApp, en Facebook, tengo de todo», expresó contenta por involucrarse en nuevos proyectos.

Al final de la sala se sienta Josefa Rosa, una pizarreña que nació en 1937 y está a punto de cumplir sus 87 años. «Vengo de Pizarra porque estoy en la Cruz Roja y me ha parecido muy interesante este taller». Asistió al taller porque el móvil lo utiliza poco, y por ese motivo quiere que le expliquen, para seguir aprendiendo todo aquello que no sabe usar.

«A ver si aquí me enseñan un poquillo… Participo en muchos talleres, no solo en la Cruz Roja, también en el Ayuntamiento y de todo lo que encarta porque me lo paso estupendamente», señaló Josefa.

A su lado, su amiga, María Subire, dos años más joven, recién cumplidos sus 84. Aunque, al contrario que su compañera, «yo manejo bien el móvil, he venido por distraerme, por darme una vueltecilla… porque estoy sola, vivo sola, mis hijos viven todos cada uno en sus casas… Así que por eso aprovecho y vengo, para pasearme», respondió.

Varios estudiantes del Grado de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga ayudaron a los participantes a resolver sus dudas y configurar de forma segura sus dispositivos móviles. Ricardo Jiménez (Málaga, 2005) fue uno de los alumnos del grado universitario de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial en la UMA. «Estamos aprendiendo mucho sobre los fundamentos de la ciberseguridad y las bases sobre cómo proteger los sistemas informáticos para que todo sea más seguro».

Junto con sus compañeros dedicaron su tiempo a responder las dudas de los más longevos: «Los mayores principalmente nos han preguntado sobre cómo añadir contactos en WhatsApp, conectar el móvil en el coche, cómo distinguir los mensajes fraudulentos… Yo les he explicado que no hay que fiarse de los contactos desconocidos y que deben preguntar a sus hijos antes de alarmarse. Yo creo que han mostrado los conceptos de forma muy fácil para que puedan entenderlo dentro de la complejidad que tienen en sí», manifestó con conformidad.

Este taller les proporcionó nociones básicas orientadas a los dispositivos móviles que ellos utilizan en su día a día. Los conocimientos adquiridos les permitirán evitar ataques de 'spam', 'phishing', etc., en especial aquellos que van orientados a aplicaciones bancarias y de comunicación.

Los trabajadores de Google explicaron qué es el sistema operativo Android, en qué dispositivos se encuentra y cómo funciona. Los puntos más relevantes que se deben tener en cuenta en el móvil, mencionaron, son las estafas, denominadas 'phishing'. Los delincuentes intentan obtener información personal, como los datos bancarios o las claves de las cuentas. Para prevenir el 'phishing', los voluntarios aclararon que es preferible no pinchar en enlaces de correos o mensajes de texto sospechosos, al igual que bloquear las llamadas de 'spam'.

También recordaron la existencia de 'malwares', es decir, aplicaciones maliciosas que para evitar su intromisión en los dispositivos, lo mejor es descargarlas a través de 'Google Play Store' o instalar antivirus que mantengan a salvo la privacidad y proteger el teléfono.

Otro punto clave en el que incidieron fue en las contraseñas, ya que muchos de los mayores comentaron que o carecían de ellas o utilizaban su fecha de nacimiento. Les ofrecieron 'tips' para recordarlas y, sobre todo, la importancia de que sean frases largas y fuertes o de la doble verificación.

Los voluntarios hicieron un especial hincapié en el valor de la privacidad y de la protección personal. Señalaron que se debe ser cauteloso a la hora de aceptar ciertos permisos en las aplicaciones, puesto que algunas buscan almacenar información sobre el usuario, sobre sus preferencias y su actividad.

Las galletas no comestibles, las 'cookies', de igual modo, aparecieron al final de la conversación para ser definidas. Muchos de los participantes las conocían y se quejaban de la nueva política digital de algunos periódicos y webs: «Acepta o rechaza y suscríbete».

El evento se celebró en estrecha colaboración con 'Google' y Cruz Roja, y tuvo lugar el pasado 6 de febrero en el Centro 'Google' de Excelencia para la Ciberseguridad de Málaga y con CyberCamp-UMA, el programa que fomenta un buen uso de Internet y en el que la edad no importa. El taller coincidió con el Safer Internet Day, un día en el que fomentaron entre los distintos sectores de la población un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, promocionaron sus competencias en esta materia y les ayudaron a ser precavidos y críticos.