

Secciones
Servicios
Destacamos
NOELIA PLAZA CANTERO
Martes, 1 de febrero 2022, 00:01
Después de que Zeus derrotase a Cronos, los titanes fueron enviados al inframundo a excepción del gran titán Atlas. En la mitología griega, el titán Atlas era el responsable de sostener el mundo sobre sus hombros por la eternidad. Una carga impuesta como castigo de Zeus. En la obra del artista surcoreano Do Ho Suh, miles de hombres y mujeres sustentan en sus manos el poder del conocimiento y la vida de quien se sube sobre ellos. Un castigo, en este caso, impuesto por la mente del creador de la obra.
El pasado jueves tuvo lugar la inauguración de la exposición 'Why not Korea?' en la Sala de Exposiciones del Rectorado de la Universidad de Málaga en la que se exhiben las obras de diez artistas coreanos que aportan su visión en medio de una «explosión de las artes visuales, de la literatura y de la música que hacía años que no sucedía», explicó la directora artística de Casa Asia y comisaria de la exposición, Menene Gras Balaguer, quien además es crítica de arte y una gran investigadora especializada en el arte contemporáneo europeo y asiático.
Un telón hecho de piedra, que daba la impresión de ser un mural pintado en una fachada, se abrió paso ante las tres luces que sostenía una farola en mitad de la calle para dar paso a la vida y rienda suelta a la imaginación. Un juego de luces y texturas que introducía el mismo cielo en la pared. Una pared donde las ventanas se doblaban como la tela de una cortina.
Diferentes disciplinas artísticas se encontraban en la misma sala. Un trocito de la obra de diez artistas del sur de Corea se aunaron en el Rectorado de la Universidad de Málaga, cada obra con unas características diferentes, generando una armonía perfecta a ojos y oídos del espectador. Cho Yea Jae, Do Ho Suh, Im Heung Soon, Jong Oh, Lee Jin Woo, Thimothy Hyusoo Lee, Won Ju Lim, Hans Sungpil, Koo Jeong-A y los Moojin Brothers. «Estos magos de Oriente nos han traído un regalazo», indicó la vicerrectora de Cultura de la Universidad de Málaga, Tecla Lumbreras, refiriéndose a la exposición colectiva.
La Universidad de Málaga y el Vicerrectorado de Cultura ya se habían fijado con anterioridad en Corea del Sur. Primero lo hicieron en 2017 con la exposición 'Cromasiáticos', de Miguel Trillo. Una exposición que contaba con magníficas fotos de tribus urbanas. Más tarde, gracias de nuevo a la directora artística de Casa Asia, Menene Gras, el Rectorado de la Universidad de Málaga recibió una muestra de un artista coreano que, posteriormente, fue seleccionado para representar a Corea del Sur en la Bienal de Venecia, la exposición más importante de arquitectura, música, cine y teatro no solo de Italia, sino de todo el mundo.
Cuando la Universidad de Málaga vio la importancia que tenía Corea del Sur, se decidió a crear una Oficina Puente con Corea con el objetivo de crear relaciones bilaterales entre Corea y España a través del ámbito académico y profesional y, además, crear un acercamiento cultural con todos los rincones de la ciudad de Málaga.
También se creó un nuevo grado de estudios de Asia Oriental como ejemplo de interés por la cultura coreana. «Esta exposición es como una representación de lo mejor que se está haciendo en el mundo del arte. Ahora mismo los artistas coreanos están arrasando en todo el mundo», comentó la vicerrectora de Cultura, que se encontraba sobre las miles de personas que la sujetaban con sus manos.
Parecía que Cronos jugaba con las agujas del eterno paso del tiempo haciendo que, cada vez más, Atlas se fuese cansando de sustentar el peso del mundo. En ese recorrido por el tiempo, marcado por el hijo menor de Urano y Gea, los asistentes a la inauguración se adentraron en la vida del artista Do Ho Suh, quien era considerado «el caso central de esta exposición», según la comisaria de la misma, Menene Gras.
Instalaciones de tela con mucho que contar. El recorrido de la vida de Do Ho Suh pendía de aquellos hilos rosas para mostrar su pasado e inicios en la ciudad de Nueva York a través de una representación del corredor de su primera casa allí.
Después de la Guerra de Corea, es decir, desde los años 60 hasta el momento actual, muchos artistas que en esos años tan duros emigraron, se fueron a Estados Unidos o a Japón, como es el caso de este artista, influenciado por otros como Nam Jun Paik, compositor y videoartista contemporáneo que también emigró a Estados Unidos, donde falleció en 2006. A raíz de estos éxodos se han ido dando a conocer en todo el escenario internacional los artistas de esta exposición, quienes ya han participado en numerosas ocasiones en exposiciones individuales y colectivas en Estados Unidos y Europa.
«Do Ho Suh es un gran artista y lo muestra con su pieza 'Floor'», destacó la comisaria de la exposición. Do Ho Suh representa a través de esta obra momentos de su vida en los que piensa en las manifestaciones estudiantiles de la época dura de la dictadura militar y la problemática política del país. Así es como realiza una obra muy política, pero muy difícil de percibir si no miras por debajo para descubrir a esos hombres y mujeres que están oprimidos. Oprimidos políticamente, pero también por la pobreza y por la miseria económica del país en una etapa de desarrollo muy difícil para Corea.
Corea es un país que ha vivido en condiciones extremadamente duras, pero que finalmente ha conseguido iniciar una etapa de desarrollo brutal a partir de los años 90 y durante las dos primeras décadas del siglo XXI, que es cuando «se está cocinando esa explosión que vemos ahora en la que incluso los propios coreanos ya ven que quizá Corea del Sur va a reemplazar a Hong Kong como meca del arte contemporáneo internacional», explicó Gras Balaguer.
Testimonios de mujeres coreanas se proyectaban en una de las paredes de la sala. Frente a ellas, dos sillas esperaban a que algún asistente les diesen el reconocimiento que merecen. El artista audiovisual Im Heng Soon hizo ese documental con la intención de hablar sobre mujeres trabajadoras y de la explotación laboral de la reconversión económica del país después de la guerra a partir de los años 60.
Im Heng Soon llevó a cabo el documental a partir de los recuerdos de su madre, quien también había sido una mujer trabajadora y explotada en aquella época. A partir de los relatos de su madre comenzó a buscar a esos personajes que vivieron lo mismo y lo planteó a través de esas voces y figuras femeninas que son realmente testigos de los que pasó en esa época de desarrollo y recuperación tan difíciles en Corea.
Según Menene Gras, el sistema del arte en Corea es un sistema muy jerárquico, pero también muy ágil. Un sistema que cuenta con un mercado del arte que aquí no tenemos, sobre todo, porque allí hay una legislación que favorece la compraventa de arte. «Han conseguido que las galerías tengan mucho poder económico. Los coreanos corren mucho y son ágiles en muchas cosas como para poder correr de más», concluyó la comisaria de la exposición.
La explosión artística y sensorial que se produce al entrar en la sala de la exposición se da gracias al juego visual de los llamativos colores de la obra de Won Ju Li, a las texturas que se generan con papel haiji y carbón de leña de Lee Jin Woo y a los recortes perfectos de Thimothy Hyunsoo. La exposición podrá visitarse hasta el 12 de marzo, de lunes a sábado en horario de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas, con entrada libre y gratuita.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.