El Desafío Tecnológico vuelve a la UMA con una nueva edición
Desde la E.T.S. de Ingeniería de Telecomunicación se organizan varias actividades, entre las que se encuentran los retos propuestos de la mano de Ingeniería se escribe con A: Divulgar la tecnología es el futuro
Cristina Jiménez
Martes, 5 de marzo 2024, 11:12
Los desafíos tecnológicos regresan un año más a la UMA. En la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación Llevan once ediciones celebradas, y en ... esta ocasión llegan con una nueva temática, en la que los animales serán los grandes protagonistas. La actualidad marca los temas que se van a escoger para los desafíos, este año, a raíz de la Ley de Protección Animal y toda la polémica que se ha generado en torno a esta, han decidido centrar el desafío en elaborar una tecnología que pueda ayudar a mejorar el cuidado y el bienestar de las mascotas.
Ana María Barbancho es una de las encargadas del desarrollo del desafío, además de ser profesora en el departamento de Ingeniería de Comunicaciones, y explica que «la idea de los desafíos surge en el fondo como una aplicación de las competencias de forma transversal». A la hora de que los alumnos presenten sus ideas y propuestas al reto de esta edición, no solo tienen que pensar en la tecnología, tienen que tener un punto de vista universitario, es decir, pensar en varias de las asignaturas que tienen en el grado.
«Fomenta la creatividad, la reflexión y el diseño», confirma Barbancho. La idea de que toda la comunidad universitaria, junto con la de ESO y Bachillerato, puedan presentar una propuesta acerca de los cambios tecnológicos que se pueden crear para mejorar la calidad de vida de las mascotas es algo muy atractivo. Frente a los alumnos se plantea la posibilidad de aplicar todos los conocimientos científicos, biológicos, matemáticos e incluso los adquiridos en ramas más sociales o jurídicas.
En años anteriores, como recuerda Barbancho, «se hicieron cuentos interactivos», la idea principal sobre la que versan estos desafíos es partir de un hilo conductor, plantear un objetivo y alcanzarlo. Este año la temática son los animales, y no solo los perros o gatos, animales de todo tipo. «El otro día vi un dato muy significativo, en Málaga capital había el doble de mascotas que de niños, se puede ver que es un tema muy de actualidad, porque sales a la calle y ves a gente paseando a un perro, un gato o una cobaya», recuerda Barbancho.
El mundo digital está a la orden del día, y así lo demostraron el año pasado durante el desafío; la temática que escogieron quería hablar del acceso de las personas mayores a las nuevas tecnologías. El proceso para escoger el tema del desafío se gesta en septiembre y octubre, para en noviembre poder lanzarlo al público: «Vamos buscando temas que a la sociedad le interesen por una razón o por otra», comenta Barbancho.
Desde que se lanza el desafío, los estudiantes van mandando las propuestas, para que desde la organización las vayan almacenando hasta que termine el plazo límite el 6 de mayo. «Lo que queremos es que la gente reflexione, piense y justifique», aclara Barbancho. Una vez cumplido el plazo para que los alumnos manden todas sus ideas, comienza el proceso más duro para los siete miembros que componen la organización, evaluar. Para escoger a los ganadores se tiene en cuenta: la originalidad, la creatividad, la posibilidad de que se pueda realizar y la calidad de la propuesta. Entre todos los miembros del comité se reparten el trabajo para que sea más cómodo realizar una evaluación con la que se puedan otorgar los tres galardones; durante todo el mes de mayo llevan a cabo este proceso, para que, antes del 15 de junio, los premios se encuentren entre las manos de los galardonados.
Dos categorías
Dado que la participación a los desafíos tecnológicos, tras el año del COVID, se extendió para los estudiantes de la ESO y Bachillerato, se establecen dos categorías para dar los premios, una para los universitarios y la otra para el resto. «Está el ganador absoluto, y luego dentro de las dos categorías se da un premio a cada uno, una tablet y un portátil», confirma Barbancho. Plantear un desafío de este tipo no es fácil, «los sistemas que piensan, hasta dónde pueden llegar y los enfoques que le dan los estudiantes nos sorprenden cada año», cuenta Barbancho.
Los alumnos acaban contentos y con una valoración muy positiva de su experiencia, tal y como concluye Barbancho: «Todos coinciden en que se le debería dar más visibilidad». Para los estudiantes es una oportunidad de poner a prueba sus conocimientos teóricos, llevándolos a la práctica. Las temáticas les sirven de motivación y los premios se convierten en un agradecimiento por su participación y esfuerzo. El plazo para mandar las propuestas seguirá abierto hasta el 6 de mayo.
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