Los cursos de acceso a la UMA para mayores de 25 y 45 años, un éxito
La Fundación General de la Universidad de Málaga esta preparación de seis meses para poder llegar a cursar estudios superiores
Isabel Cisneros
Martes, 2 de abril 2024, 09:45
Los caminos para llegar a la universidad no se limitan a la PBAU, más conocida como selectividad. Además de los alumnos de 17 y 18 ... años que llegan de Bachillerato también hay otras personas que se presentan a las pruebas de acceso para estudios superiores y se diferencian, por edad, entre los mayores de 25 años y los que superan los 45. Algo que quizá no saben estos estudiantes es que la Universidad de Málaga tiene unos cursos de preparación para ellos. «Son los propios alumnos los que se establecen su horario y determinan la evolución a la hora de preparar la prueba con ayuda de los profesores», asegura el coordinador de los cursos de la Fundación General de la UMA, Antonio Lara.
Con prácticamente todas las sesiones 'on line' y profesorado que tutoriza las asignaturas personalmente y de manera mensual es como se desarrollan estos cursos de preparación al acceso a la UMA. Antonio Lara explica que, como la mayor parte de los estudiantes de esos cursos tienen su trabajo y su familia, necesitan tener flexibilidad en todos los sentidos. «Ellos pueden entrar en el Campus Virtual cuando les venga bien y así ver las cosas con tranquilidad; de igual modo, cuentan con el apoyo de los tutores de manera virtual en cada asignatura», afirma Lara.
Al ser unos cursos que están dirigidos de manera exclusiva a superar unas pruebas de acceso, según la rama de conocimiento de la que se vayan a examinar, tienen unas materias u otras a lo largo de esos meses. «Cuando se matriculan se dan de alta en las asignaturas que van en la línea que les pertenece y de ahí en adelante van siguiendo todos los temarios que van colgando los profesores de la Universidad de Málaga, es decir, que la propia UMA pone a su disposición esos materiales a través de la mediación de la Fundación», explica el coordinador. La Fundación General de la UMA intercede para que la Universidad elabore ese contenido, que se trata de unos temarios que se van actualizando y subiendo a la plataforma digital. Cuentan con ejercicios prácticos de apoyo, pruebas simuladas, pruebas de autoevaluación, chats y foros de trabajo… «Lo más importante es que todo lo pueden autogestionar porque son alumnos que tienen el tiempo muy limitado», hace hincapié Lara.
La duración de esta preparación es de unos seis meses. Este curso empezó el pasado 2 de octubre y acabará en abril de 2024, que es cuando se realizan los exámenes. Antonio Lara aclara que la realización de este curso «no acredita absolutamente nada», sino que lo único que hace es «preparar».
«Es fundamental que las personas que, por circunstancias de la vida, a veces muy duras, no han podido seguir el camino de los estudios, tengan abierta la posibilidad de retomar esa senda, ya sea por satisfacción personal o como mejora de su vida laboral. Este curso les permite reconectar con la vida académica y volver a la disciplina que requiere estudiar. A veces lo más difícil no son las materias en sí, sino retomar los hábitos de estudio: la organización, la constancia, el esfuerzo. Los cursos de la Fundación permiten enfrentarse a las pruebas con mucha más seguridad y con una disciplina de estudio ya iniciada», afirma una de las profesoras de estos estudiantes, Livia García.
Un elevado porcentaje
Los últimos datos que se han recopilado de esta oportunidad que ofrece la UMA señalan que casi el 70% de los estudiantes que se matriculan en esta preparación aprueban los exámenes. «Hay muchos alumnos que tienen que abandonar porque su vida profesional o familiar a veces les lleva al desánimo, nosotros procuramos que no sea así, intentamos practicar un apoyo importante, lo cual les anima bastante a que continúen, pero sí es cierto que hay algunos que se desaniman o que al final no pueden hacerlo, pero de los que terminan el curso, estimamos que tenemos casi el 70% de aprobados en las pruebas», detalla Lara.
Todos los profesores que dan clase a alumnos que tienen 18 años y otros con más de 45 años coinciden en que las principales diferencias entre ambos son la motivación y el compromiso. Livia García: «Las personas que se apuntan al curso de suelen venir con mucha ilusión y muchas ganas. Eligen formarse y apostar por su futuro, y eso puede marcar la diferencia con respecto a los jóvenes. También es cierto que las circunstancias vitales son distintas, y eso puede afectar a la implicación. Son estudiantes que tienen muchas ganas y ponen mucha voluntad, pero no siempre disponen del tiempo necesario».
El plazo de matriculación de este curso ya está cerrado, pero la intención es que se sigan desempeñando a lo largo del tiempo. «Dependiendo del periodo de matriculación tiene un precio u otro. Mientras antes se haga, tiene un precio más bonificado, que está desde los 60 hasta los 80 euros, que es el precio de matrícula, y después tiene una mensualidad», detalla el coordinador.
Estructura de las pruebas
En el caso de los mayores de 25 años, la prueba de acceso a la Universidad consta de una fase general con un comentario de texto, lengua castellana y una traducción de un texto en lengua extranjera (inglés, francés). Además, en la fase específica, el alumno deberá elegir una de las 5 ramas de conocimiento, en total se examinará de 2 asignaturas de la rama elegida: Artes y Humanidades: Historia General y del Arte, Geografía, Historia de la Filosofía; Ciencias: Matemáticas, Física, Química, Biología; Ciencias de la Salud: Biología, Química, Física, Matemáticas; Ciencias Sociales y Jurídicas: Economía de la Empresa, Geografía, Matemáticas aplicadas a las CC.SS e Ingeniería y Arquitectura: Matemáticas, Física.
La rama de conocimiento a elegir, y por tanto las asignaturas de las que se examinará en la prueba, dependerá de la titulación que posteriormente el alumno quiera cursar.
En la que se incluye a los mayores de 45 años, la prueba se divide en la fase I, con un comentario de texto y lengua castellana. En la fase II, se produce un cambio en la tónica habitual, ya que se realiza una entrevista a aquellos candidatos que hayan superado la Fase I. La entrevista tiene una estructura homogénea para todas las universidades públicas de Andalucía que tendrá en cuenta aspectos generales que permiten valorar la madurez e idoneidad del candidato para cursar con éxito estudios universitarios. El resultado de esta entrevista será apto o no apto.
Livia García lo explica así: «Generalmente, tienen miedo de no ser capaces de adquirir de nuevo los hábitos de estudio o de no encontrar hueco para ello. No es la misma la disponibilidad de los jóvenes que con 17 y 18 años preparan la prueba de acceso a la Universidad que la de adultos con responsabilidades familiares y laborales, que tienen que encontrar tiempo en sus ya apretadas agendas. Sin embargo, también es distinta la determinación y la madurez, y eso ayuda. Por otro lado, los mayores de 45 suelen temer haber perdido la capacidad de concentración o la memoria, porque suelen llevar años sin estudiar. No creo que ese sea el principal obstáculo, desde luego, porque la concentración y memoria se siguen trabajando en otros ámbitos de la vida».
«Nosotros creamos estos cursos porque los reclamó la comunidad universitaria para que, a través de su profesorado, se pudiese preparar un material muy básico para organizar este tema. No fue tanto una iniciativa propia, como una gestión que se hizo desde fuera para que la Universidad pudiera ofrecer ese servicio de preparar a la gente que quisiera hacer la prueba», señala Antonio Lara.
Como se desarrollan de forma 'on line', nunca hay un cupo que se cubra con las matriculaciones porque no hay limitación de aulas físicas, pero el coordinador hace hincapié en que el número de alumnos «siempre es muy alto».
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