La Zona de Bajas Emisiones de Torremolinos apura plazos

El edicto de la ordenanza fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), conforme es preceptivo, el pasado 6 de junio. A partir del día siguiente, comienza un plazo de treinta para información y audiencia pública, para que puedan interponerse reclamaciones si alguien lo desea. Este periodo, por lo tanto, no culminará hasta el próximo 7 de julio, por lo tanto, una vez pasada la celebración del pleno ordinario de junio, cuyas sesiones se suelen celebrar a finales de mes. Si, conforme explican fuentes municipales, es preciso que la ordenanza vaya de nuevo al pleno para su aprobación definitiva, la realidad burocrática no casa con los cálculos iniciales para la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones; ni siquiera si no se presentaran alegaciones.

La ordenanza entró en cola para su publicación en el BOP el pasado 10 de mayo, tal y como se explicó a este periódico desde la Concejalía de Tráfico. A partir de ahí, la publicación se puede producir a lo largo de los siguientes 30 días, finalmente, fue el 6 de junio; de ahí el «desajuste» que se ha dado entre previsiones y tramitación administrativa.

Eso sí, el procedimiento para su puesta en marcha ya está muy avanzado, con cartelería alusiva en toda la zona delimitada como de bajas emisiones, y una larga campaña informativas que ha impulsado sobre esta ordenanza la Administración local.

Aunque la ZBE existe desde el pasado 1 de enero, el Gobierno local decidió aplicar seis meses de moratoria para informar sobre los cambios que implica este plan. Las multas, conforme se recoge en el articulado de la ordenanza, consultado por SUR, son de 200 euros. Estas podrán incrementarse, en caso de reincidencia, cuando se haya cometido, en el plazo de un año.

La ZBE incluye la avenida de los Manantiales, en el tramo comprendido entre la plaza Costa del Sol e Isabel Manoja; María Barrabino; Eduardo Aguilera Romero; Maestra Miret; Río Aranda; Río Arba; Madre del Buen Consejo; Río Salazar; Río Mesa; Río Subordán; Ramal de los Manantiales y tramo final de calle Hoyo.

¿En qué casos se pueden establecer las sanciones? La respuesta está en el anexo II del texto de la ordenanza. En primer lugar, hay que aclarar que nunca tendrán problemas para moverse por la ZBE, más allá de las disposiciones generales del tráfico, los ciclos y bicicletas y los vehículos de movilidad personal; aquellos que tengan distintivo ambiental ECO y '0', y los vehículos domiciliados de residentes dentro de la ZBE, «independientemente del distintivo ambiental que posea o de su carencia». Con el resto de supuestos, hay que tener en cuenta lo que ocurrirá hasta 2029, con distintas fases de aplicación.

En el caso de vehículos sin distintivo ambiental, no empadronados en Torremolinos, incurren en sanción desde que entre en vigor la norma; en este misma situación, pero con domicilio en la ciudad, fuera de la ZBE, será a partir de 2025. Para los que tengan la etiqueta B, empadronados en Torremolinos, fuera de la ZBE, las limitaciones les afectan a partir de 2026, también en lo que respecta a los de carga y descarga. En cuanto a los que tengan el distintivo ambiental B, no empadronados en Torremolinos, la ordenanza les concierne en 2025. A los de la etiqueta 'C', si están empadronados, desde 2029, también si son de reparto, y, si no, en 2027.

Cuando se trate de un vehículo declarado registralmente de propiedad del titular de tarjeta de persona de movilidad reducida (PMR) o con el que se desplace habitualmente, lo conduzca o no, siempre que tenga situada la tarjeta en el parabrisas del vehículo, el Ayuntamiento podrá conceder una autorización de acceso continua, por días, o con doce meses de vigencia. Esto último es igual para los empleados para el transporte de personas con enfermedades por las que les imposible el uso del transporte público, así como los vehículos que utilicen los profesionales del servicio público de salud de asistencia sanitaria domiciliaria.

En cuanto a los vehículos declarados registralmente que indiquen los propietarios de plazas de garajes dentro de la ZBE, la autorización será para estacionar únicamente el vehículo determinado por el propietario, esto es lo que puede ocurrir en los establecimientos hoteleros y alojamientos, una vez que el responsable de este negocio les de de alta, siempre que la etiqueta ambiental lo permita, tal y como aclara la concejala de Tráfico, Sandra Jaime. No obstante, también apunta que en la Zona de Bajas Emisiones no hay establecimientos hoteleros.

En los aparcamientos municipales para residentes en el interior del área, el permiso será para estacionar un único vehículo, en la plaza de aparcamiento del titular. Para los vehículos matriculados en el extranjero declarados registralmente con autorización para acceder, circular y estacionar en estas zonas, la autorización registral se concederá por un periodo máximo de seis meses y siempre que cumplan los criterios ambientales exigidos en cada momento para los vehículos nacionales, no domiciliados en Torremolinos. En el caso de los coches históricos, es decir, con más de 30 años desde fabricación o matriculación y que estén en su estado original, los pases serán para momentos puntuales.

También se dispone en la ordenanza aprobada inicialmente, tipos de autorización por meses, días y horas en laborales, festivos y vacaciones, en la que se establecen soluciones para la circulación de servicios públicos; de suministros de gas o electricidad o para obras; de transporte público colectivo, como los autobuses de empresa, escolares o turísticos, también los trenes, al igual que declarados registralmente como de arrendamiento con conductor con distintivo ambiental con servicio previamente contratado con origen o destino en las ZBE; al igual que ocurre en otros casos como autoescuelas, transporte de dinero, talleres, reparación de edificios, suministros a farmacias o funerarias o traslado de cadáveres.

Todo este movimiento se controlará, tal y como apunta la Administración local, con un sistema de control, que se fundamenta en las cámaras y otras herramientas tecnológicas automáticas, sin perjuicio de la supervisión directa de la plantilla de la Policía Local sobre el terreno. La clave, para no perderse en este nuevo escenario, está en el registro que el Ayuntamiento implementará para aquellos vehículos que, a pesar de su potencial contaminante, pueden estar autorizados temporalmente a acceder, circular y estacionar en la ZBE. Las personas físicas o jurídicas, por ejemplo, una empresa con una flota de vehículos, que quieran beneficiarse de las autorizaciones temporales de acceso, deben solicitarlo y, tras la verificación de los datos aportados, se comunicará si pueden hacerlo o no.

La ordenanza, de todos modos, no es rígida, ya se advierte que las fechas indicadas de restricción de acceso serán revisables y modificables en función de la evolución de la oferta de vehículos menos contaminantes y su equivalencia competitiva con los vehículos de combustión interna, situándose dentro de la normativa en cualquier caso, y la evolución de los índices de partículas contaminantes en la ZBE y al cumplimiento de la normativa al respecto. No en vano, se contempla la declaración de episodio de contaminación del aire y la correspondiente activación del protocolo municipal para atajarlo, con limitaciones al tráfico.

Un aspecto a tener en cuenta es el de la carga y descarga, ya que se adelanta que las zonas reservadas estarán delimitadas de forma permanente o por periodos de días o horarios, mediante el empleo de la señalización fija establecida al efecto y que se tendrá en cuenta, el tráfico existente, en espacios valle diurnos, y facilitando el acceso a vehículos pesados de mercancías, en su caso, de 21:00 a 8.00 horas, puesto que se busca que el impacto de los vehículos pesados en la ciudad se reduzca.

Cabe recordar que la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, junto con el director general de la Asociación Española de Codificación Comercial - Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), José María Bonmatí, suscribieron, a mediados de abril, un acuerdo con el que se quiere transformar el modelo de distribución de mercancías en la ciudad costasoleña. Con este compromiso, se abre una fase previa de estudio en la que Aecoc, a través de su Comité Smart Distribution y el Grupo de Trabajo de Transporte y Delivery, que cuenta con compañías referentes en transporte de todo el país, en la que la entidad pondrá en marcha, junto al Ayuntamiento, las líneas maestras y el calendario de trabajo. El modelo de distribución urbana de mercancías de Aecoc incluye estrategias como la flexibilización de los horarios de acceso y descarga; el despliegue de redes de taquillas de uso compartido en zonas de alto tránsito; la digitalización de las zonas de carga y descarga; la aplicación de carriles multiuso; el análisis de tráfico en tiempo real a través de «big data» o la introducción de infraestructuras urbanas de distribución para acceder con vehículos alternativos o eléctricos a zonas de difícil acceso, como centros históricos, y a zonas de concentración de demanda de comercio electrónico. La asociación empresarial y la Administración local analizarán la conveniencia de cada una de estas estrategias para su posible implantación en el municipio, y organizarán sesiones de formación y programas conjuntos de investigación.