Los ruidos por obras en el hospital Marítimo provocan las críticas de los pacientes
Usuarios y profesionales aseguran que los trabajos, que se prolongarán seis meses, impiden el descanso y obstaculizan las recuperaciones
El estado del Hospital Marítimo de Torremolinos vuelve a ser objeto de críticas por parte de trabajadores y pacientes. Las obras de conservación del ... complejo, que comenzaron hace casi dos semanas, «impiden el descanso y obstaculizan la recuperación» de algunos usuarios, hasta el punto de que la dirección del centro se vio obligada a comienzos de semana a cambiar de ubicación a cuatro pacientes especialmente afectados por los ruidos de las máquinas. Los trabajos de mantenimiento también provocarán el traslado de la actividad quirúrgica al Hospital Clínico durante cerca de seis meses, a la vez que la actividad del área de radiología será asumida por el Clínico y el Hospital Valle del Guadalhorce, si bien el centro torremolinense mantendrá un equipo portátil de radiología para los estudios urgentes.
El calor obliga a mantener puertas y ventanas abiertas, una situación que multiplica las molestias originadas por las obras que tienen lugar en varios pabellones. Los cerca de 150 pacientes que se someten a rehabilitación diaria en este complejo han sido trasladados al pabellón dos, aunque los trabajos que se están acometiendo en el patio interior del hospital, un lugar de tránsito frecuente de pacientes y empelados, levantan continuas nubes de polvo y originan ruidos que pueden escucharse desde las zonas donde han sido reubicados los usuarios y en otros puntos del centro, como ha podido comprobar este periódico.
Los usuarios que acuden a rehabilitación han sido trasladados al pabellón dos, junto a los pacientes del área de salud mental
También Comisiones Obreras ha criticado «el cierre de 15 camas» del pabellón dos asegurando que no se trata de un hecho aislado, sino que se repite «verano tras verano desde el inicio de los recortes en sanidad». El sindicato sostiene que las obras «afectan directamente a la asistencia que se presta en el área de salud mental» y anuncia movilizaciones de protesta y «denuncias ante cualquier tipo de incidencia». Desde el hospital aseguran que el área de salud mental cuenta «con recursos suficientes» para hacer frente a la demanda asistencial en el período estival.
El evidente estado de deterioro del Marítimo, con estructuras oxidadas, goteras y humedades, requiere una remodelación integral, como exigen los usuarios y la plantilla desde hace años. La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha iniciado este mes obras de conservación y mantenimiento de cubiertas y estructuras, aunque no de reforma, por valor de 379.000 euros. Estos trabajos se prolongarán durante seis meses y han provocado que en el pabellón dos se concentren los usuarios que acuden a sesiones de fisioterapia y rehabilitación y los pacientes de salud mental en régimen de comunidad terapéutica. La Consejería alega que en salud mental se produce «habitualmente una disminución de la actividad en verano» que permite esta unificación de áreas, duramente criticada por varios trabajadores consultados.
Trabajos de mejora
Varios pacientes han expresado su malestar por los inconvenientes provocados por los trabajos de mejora. «Deberían haber desalojado las zonas donde llega el ruido y trasladarnos, porque a veces es imposible descansar», lamenta uno de los usuarios. Desde la Junta, sin embargo, aseguran que estas quejas no han sido presentadas oficialmente: «No ha habido incidencias de tipo asistencial ni se han recibido reclamaciones». En cuanto a la cercanía de grúas y otras maquinarias de obra y de ambulancias y pacientes, la Consejería de Salud sostiene que «los perímetros de seguridad y las vías de acceso y tránsito están perfectamente delimitados y señalizados».
El Marítimo, dependiente del Hospital Clínico Universitario, fue construido hace más de un siglo. El valor de su ubicación, junto a Playamar y Los Álamos, y sus características arquitectónicas contrastan con el aspecto de abandono de los pabellones, la caída de cornisas y decenas de deficiencias que agravan la falta de un centro de salud en la zona este de Torremolinos, con una creciente expansión urbanística y poblacional. El Gobierno autonómico anunció su creación en 2011, junto a la construcción de un Centro de Alta Resolución de Especialidades (CARE) que desdoblaría las consultas de Barbarela y beneficiaría a más de 120.000 habitantes, en concreto a los usuarios de los centros de salud de Torremolinos, Puerta Blanca, Churriana y Alhaurín de la Torre, pero seis años después ambos proyectos permanecen paralizados por falta de dotación presupuestaria.
El complejo dispone de cuatro quirófanos y ofrece servicios de reumatología, rehabilitación, traumatología, preanestesia, logopedia, oftalmología, urología, cirugía general, salud mental y yesos. El pleno del Ayuntamiento de Torremolinos ha acordado en varias ocasiones trasladar a la Junta de Andalucía la necesidad de reformar y aumentar las infraestructuras sanitarias en Torremolinos, con una población de cerca de 70.000 habitantes que se triplica en los meses de verano.
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