PACMA denuncia al Ayuntamiento de Mijas y a los arrieros por supuestos malos tratos a los burro taxi

Desde el partido afirman tener constancia de «múltiples incumplimientos cronificados» de la normativa vigente en materia de bienestar animal. Para empezar denuncian que el servicio de burro-taxis opera todos los días del año, de 8:30 a 21:30 horas, «lo que implica que los burros están sometidos a largas jornadas de trabajo, sin descanso». Afirman que mientras esperan a los clientes, los burros permanecen atados a estructuras metálicas con cuerdas «demasiado cortas» y que eso «limita gravemente su movilidad, contraviniendo sus necesidades fisiológicas y etológicas», según la trasladado en su denuncia por la vicepresidenta de Pacma.

Continúa afirmando que los animales carecen de acceso adecuado a comida y agua, y «no todas las instalaciones cuentan con techado que los proteja de las inclemencias del tiempo», con lo que «esta exposición a condiciones adversas, como las bajas temperaturas en invierno y el calor extremo en verano, representa un grave riesgo para su salud».

A esto se suma, según recoge la denuncia de PACMA, que el espacio donde descansan los burros es «sumamente reducido». La formación afirma que han documentado «hasta ocho animales hacinados en apenas 7x2 metros, cuando lo ideal sería proporcionar un mínimo de 4,5 metros cuadrados por burro». «Estas cuadras carecen de un sistema adecuado para la gestión de excrementos, lo que obliga a los burros a permanecer en un ambiente insalubre, lleno de orines y heces, lo cual provoca lesiones en los cascos, ya que estos se mantienen constantemente húmedos».

Igualmente apuntan a que «se han documentado evidencias del deterioro físico de los burros, que presentan lesiones visibles y enfermedades advertidas por veterinarios». Además, «PACMA ha recopilado material audiovisual que muestra comportamientos estereotipados, como golpear sus cabezas repetidamente contra las estructuras metálicas a las que están atados. Estos comportamientos son una señal clara del sufrimiento y estrés que padecen los animales, quienes no tienen la oportunidad de tumbarse o descansar adecuadamente».

Por todos estos motivos, el partido ha reclamado a la Guardia Civil que adopte «medidas provisionales para poner fin a esta situación de riesgo tanto para los animales como para las personas que puedan utilizar este servicio». Para PACMA «es imperativo proceder a la suspensión cautelar de las licencias y autorizaciones, así como a la retirada y custodia preventiva de los burros y clausura de las instalaciones donde se encuentran». Igualmente solicitan el inicio de procedimiento sancionador contra el Ayuntamiento de Mijas.

Desde el Ayuntamiento de Mijas han respondido a estas acusaciones asegurando PACMA «está está haciendo un uso absolutamente partidista de la situación, promoviendo la difusión de informaciones imprecisas y fomentando bulos, descalificativos y la falta absoluta de respeto, así como el acoso».

Igualmente defendieron su labor el pro del bienestar animal y su cumplimiento «con rigor con cualquier normativa al respecto, garantizando la equidad entre legislación e idiosincrasia».

Aseguraron no tener a este momento constancia de la denuncia y que una vez que sea recibida «consultaremos con los servicios jurídicos y adoptaremos las medidas necesarias para defender, no solo la gestión realizada, sino el buen nombre de Mijas».

Por último apuntaron que desde que el actual Gobierno municipal entró a gobernar han sido «múltiples las mejoras introducidas», entre ellas la ampliación de las zonas de sombra, el incremento del número de bebederos, la creación de una zona de descanso para estos animales y la ampliación de la longitud de la cuerda que los amarra. Y la más destacada, la reciente publicación de un bando municipal que establece limitaciones al servicio en las situaciones de alerta amarilla y naranja; «un bando, único en la provincia de Málaga y nunca antes emitido en Mijas»