Levantan el precinto del hotel de Benalmádena tras aportar la empresa nueva documentación
Hace una semana que el Ayuntamiento decretó su cierre, aunque en este tiempo el establecimiento ha continuado manteniendo su actividad y recibiendo nuevos clientes
El Ayuntamiento de Benalmádena ha procedido al levantamiento del precinto que pesaba sobre el hotel Vivemar, antes conocido como Vistamar, situado en Benalmádena Costa. Lo ... hace después de que la empresa explotadora del establecimiento haya aportado nueva documentación, en concreto una declaración responsable «en la que se comunica el cambio de titularidad para el inicio de la actividad hotelera», según la información facilitada por el Consistorio.
Aún así puede que el capítulo aún no esté del todo cerrado ya que el Ayuntamiento anuncia al mismo tiempo que «efectuará el control posterior de dicha declaración responsable, ejerciendo las facultades de control e inspección que legalmente tiene atribuidas».
Hay que recordar que fue el martes de la pasada semana cuando la Policía Local precintó el hotel y decretó su cierre. Los agentes colocaron cuatro hilos de acero en la puerta principal del alojamiento y clausuraron la mayoría de entradas y salidas del mismo, a pesar de que en esos momentos había más de 200 huéspedes alojados en las instalaciones, que se encontraban a un 98 por ciento de ocupación.
El motivo de esta decisión se debió, según informó en aquel momento el Gobierno municipal, a que tras una inspección, la empresa que explota el hotel no pudo aportar el asiento en el registro de alojamientos turísticos de la Junta de Andalucía, un documento clave para que cualquier negocio turístico pueda operar.
Por su parte, desde la empresa que explota el hotel defendieron que esta situación se debía a una «laguna administrativa». Explicaron que la empresa Vive Resort Management SL asumió la explotación de este hotel hace ahora un año mediante un contrato de subarriendo y que habían presentado la declaración responsable ante la Junta y ante el Ayuntamiento, así como el correspondiente pago de las tasas.
En un limbo
Sea como fuere, el caso es que a pesar de estar precintado, el hotel ha seguido funcionando con relativa normalidad con los huéspedes que había alojados en ese momento e incluso recibiendo a nuevos, lo que ha colocado a dichos clientes en una especie de limbo, ya que administrativamente el hotel estaba cerrado, pero la propia empresa los animaba a mantener su alojamiento. En estos días han sido numerosos los clientes que han expresado su queja por dicha situación, aunque otros lo han tomado con indiferencia.
«El Ayuntamiento ha notificado y precintado. La responsabilidad de las personas en su interior corresponden al notificado, que es el establecimiento», señaló en su momento el Ayuntamiento.
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