La Guardia Civil confirma que las muertes por ahogamiento en Mijas ocurrieron por la «falta de pericia» de las víctimas

Todo ocurrió sobre las 13.30 horas en el citado resort. Según explicó la hermana de los dos menores fallecidos, se estaba bañando con ellos en la zona menos profunda de la piscina del recinto, donde la familia estaba alojada desde el pasado día 22, cuando llegaron de Reino Unido. Los menores, de nueve, 14 y 16 años se encontraban acompañados por sus padres, que permanecían tomando el sol.

En un determinado momento, la hermana de 14 años salió de la piscina, observando desde fuera como su hermana pequeña entraba en la zona más profunda y desde donde no podía salir por sus propios medios. Siempre según han informado desde la Benemérita, al observar este hecho, su hermano de 16 años acudió en su ayuda, teniendo los mismos problemas para salir de esta parte de la piscina.

La hermana que se encontraba fuera del agua dio la voz de alarma a sus padres, pidiendo la madre ayuda a otros vecinos mientras que su padre se metía en la piscina para rescatar a sus hijos. Desde la Guardia Civil han indicado que no pudo cumplir con su objetivo ya que no sabía nadar.

Pese a que se rescataron los cuerpos del agua y se les practicaron maniobras de reanimación, finalmente solo se pudo certificar su fallecimiento. Poco después, agentes del Grupo de Actividades Subacuaticas de la Guardia Civil (GEAS) de la Benemérita realizaron varias pruebas en el sistema de depuración y reciclaje del agua de la piscina, que incluía motores y válvulas, además de una inmersión de para recoger posibles vestigios de los hechos.

 Al respecto, las mismas fuentes han indicado que no hallaron ninguna irregularidad y que recuperaron el gorro de baño de la niña de nueve años, el cual se encontraba en el vaso de la piscina. De igual manera, los guardias civiles recogieron muestras de agua, que en estos momentos se están analizando en el Centro de Toxicología.

Tal y como adelantó este periódico, la autopsia de los cuerpos indica que fallecieron por ahogamiento, descartando en principio, algún tipo de intoxicación química. Igualmente los cadáveres no presentaban ningún signo que indique muestras de golpes o arañazos producidos por alguno de los elementos que componen el sistema de funcionamiento de la piscina.

Por todo lo expuesto anteriormente, todas las pruebas realizadas hasta el momento, incluidas las manifestaciones de los otros dos miembros de la familia, únicos testigos directos de lo ocurrido, indican que se trata de un trágico accidente producido por la falta de pericia de las víctimas al nadar cuando se introdujeron en una zona profunda de la piscina donde no hacían pie, según han concluido desde la Benemérita.