Benalmádena custodiará y exhibirá 200 obras de Picasso durante las próximas dos décadas

Se trata de una colección «diversa», que abarca temas como la mitología, el desnudo, el teatro y el mundo de los toros. Respecto a los formatos, incluye dibujos, grabados, litografías y reproducciones de alta calidad realizadas mediante técnicas como la litografía, la xilografía, la serigrafía y el pochoir.

El Ayuntamiento ya ha anunciado que está trabajando en un proyecto expositivo para mostrarlas al público. Para ello no le faltan instalaciones. Para empezar cuenta con el Centro de Exposiciones de Benalmádena Costa, que ya albergó una muestra sobre Picasso que fue todo un éxito de público. Y para seguir, uno de los proyectos estrella del actual Gobierno es la construcción de un casa de la cultura en el centro urbano de Benalmádena Pueblo, que también contaría con dimensiones más que suficientes para alojar esta colección en el futuro.

«Este acuerdo es fruto del compromiso de este gobierno con la cultura. He trabajado sin descanso junto a la Colección Fracaral para firmar un contrato de compromiso de comodato futuro que hoy se hace realidad tras un estudio previo de las obras», señaló el alcalde, Juan Antonio Lara, quien consideró que con esta adquisición, «Benalmádena se posiciona como un destino cultural de referencia», permitiendo también a investigadores, coleccionistas y amantes del arte de todo el mundo «adentrarse en la obra única de Picasso y otros artistas destacados».

El estudio de cada una de las piezas cedidas al Ayuntamiento de Benalmádena ha contado con un equipo de profesionales de «reconocido prestigio». Entre ellos está el doctor especialista en la obra de Picasso, Carlos Ferrer, la restauradora especialista en conservación y restauración de obra gráfica, María José Montañés Garnica. Todos ellos apoyados por el asesoramiento de José María Luna y la coordinación de Antonio Sánchez. En el informe entregado por este equipo se ha realizado una ficha técnica de cada una de las piezas, un estudio pormenorizado del estado de conservación, y análisis de la documentación pertinente de cada una.

Uno de los elementos más destacados de la colección, según el doctor Carlos Ferrer, es un dibujo original que el artista le regaló al doctor Jean Stehelin. Este dibujo, realizado en dos fechas distintas (a finales de 1968 y en marzo de 1969), fue un regalo al médico que cuidó de Picasso en sus últimos años. Tanto fue así, que fue el primero a quien llamaron cuando falleció Picasso en la mañana del 8 de abril de 1973, pero el propio médico se encontraba ya enfermo y moriría unos días después, por lo que no pudo asistir al artista en sus últimas horas. Se conocen más de una docena de dibujos dedicados al doctor.

La colección incluye grabados que pertenecen a dos series realizadas entre 1968 y 1971: las llamadas Suite 347 y Suite 156. Estos grabados son representativos del estilo y la técnica del artista en su etapa postrera.