Abre sus puertas la Casa Natal de Blas Infante en Casares tras las obras de ampliación
Nuevos espacios originales para la memoria y obra del padre de la patria andaluza, con mejoras en la accesibilidad, libros, cuadros y objetos personales
Emoción en la reapertura al público de la Casa Natal de Blas Infante en Casares tras su cierre en 2021, con una reforma realizada gracias ... a la colaboración entre la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento de Casares. El espacio se ha ampliado en unos 400 metros más en cada planta y se han actualizado los paneles informativos e interactivos, utilizando no sólo fotografías originales sino también ilustraciones para una mejor explicación didáctica de la vida y obra de Blas Infante. Este aumento del espacio permitirá además que se expongan por primera vez objetos personales donados por sus nietos, como unas gafas, una estilográfica y manuscritos y también algunos primeras ediciones de libros y documentos que el Ayuntamiento de Casares ha ido recopilando en los últimos 25 años.
En esa casa señorial Blas Infante vivió con sus padres y hermano hasta los 25 años. Fue allí donde se topó de bruces con una realidad social que él quiso cambiar con sus ideas sobre la autonomía política, la identidad cultural andaluza, la unidad y el progreso de la región. Su visión incluía un regeneracionismo andaluz, un andalucismo integrador y solidario con España y la defensa de valores como el mestizaje y el cosmopolitismo, analizando la Historia de la propia Andalucía a lo largo de los siglos.
Vanessa López, técnica de Turismo de Casares y encargada de la Casa Natal, explica que «la familia Infante Casares podía sustentar esta casa porque era una familia pudiente. La casa originaria ocupaba toda la manzana, era una casa familiar, en la parte de arriba vivían con los abuelos maternos incluidos y abajo en el sótano tenían a los animales, las yuntas de vacas y bueyes… cuyo techo apesebrado hemos conservado».
«Esta casa fue vendida por partes a partir de 1920, cuando Blas Infante se lleva a su madre a Coria del Río y su hermano ya era juez en Madrid. Ya no vivían en Casares y deciden venderla así porque era muy grande y para que la gente pudiera acceder a ella, siendo comprada por personas que no eran familiares ni nada», relata Vanessa López a SUR.
Es a finales del siglo pasado cuando el Ayuntamiento de Casares se interesa en comprar la casa a los entonces dueños, «que la tenían vacía, así que compra la primera parte que es la más simbólica porque tiene la cocina, la alacena, la escalera, ...» explica López.
«Cuando el Ayuntamiento la convierte en Museo no tiene dotación museística porque no queda nada de Blas Infante en ella ni tampoco de la familia, ni muebles ni nada, solo quedan las hornacinas en la pared, la hornilla de la cocina de carbón, el fregadero…»
La información sobre Blas Infante se organizó en paneles y la Casa Natal fue recuperando su historia, perdida durante casi un siglo, recreando en un primer momento el despacho de Notario que Blas Infante tenía en Coria del Río, su último domicilio antes de ser fusilado en 1936.
Paralelismos
«Estamos ilusionados con la apertura después de cuatro años. La figura de Blas infante siempre se ha reivindicado, pero hoy en día tiene muchos paralelismos con la situación actual y creemos que hace falta más que nunca. El Ayuntamiento está muy comprometido con la recuperación de la figura y los valores que representa Blas Infante», concluye Vanessa López, que vive Casares desde dentro de una casa histórica y, por fin, recuperada.
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