Salvan de la muerte a un jubilado que pasó varios días en el suelo tras una caída en Torremolinos

Sucedió hace unos días en Torremolinos. La sala del 091 del Cuerpo Nacional de Policía recibió una llamada que una mujer realizó desde Alemania en la que alertaba de que hacía dos días que no sabía nada de su marido, al que había llamado en numerosas ocasiones a su teléfono móvil sin recibir respuesta, según relataron a SUR fuentes cercanas al caso.

Ante el temor de que pudiera haber sufrido un accidente, dos agentes del Grupo de Atención Ciudadana de la comisaría local se desplazaron a la dirección indicada por la mujer. Al llegar, comprobaron que puertas y ventanas estaban cerradas. Llamaron varias veces a la puerta sin que nadie les abriese ni se oyera algún ruido dentro de la vivienda. Cuando preguntaron a los vecinos, estos les comentaron que llevaban varios días sin ver al morador, un hombre mayor de origen alemán.

Los policías nacionales sopesaron la posibilidad de forzar la puerta para entrar, pero a priori no encontraron ningún indicio que hiciera presumir que el jubilado estuviese dentro, que necesitara ayuda o que su vida corriera un peligro inminente. Cuando ya estaban a punto de marcharse, decidieron hacer un último intento: trataron de ponerse en contacto con el hombre a través de su móvil, cuyo número les había facilitado su esposa.

Cerrajero

El teléfono daba señal, pero nadie atendía las llamadas. Al insistir, los agentes lograron escuchar el timbre del móvil, que se oía muy levemente dentro de la casa. A través de la sala del 091, pidieron un cerrajero para abrir la puerta y comprobar si, como empezaban a sospechar, el anciano estaba dentro y se encontraba en apuros.

Minutos después, el cerrajero franqueó la cerradura de seguridad de la vivienda. Al entrar, los policías hallaron en el pasillo el cuerpo del hombre. Su estado era tal que pensaba que ya había fallecido. Sin embargo, los agentes apreciaron un leve movimiento del individuo que reveló que aún estaba con vida.

Su estado, no obstante, era crítico. «De haber pasado unas horas más, estaríamos hablando de otra cosa», comenta una de las fuentes consultadas. Estaba semiinconsciente, muy deshidratado y no podía ni articular palabra.

Fractura muy dolorosa

La posición en la que lo encontraron indicaba que había sufrido un traspié que le hizo caer al suelo, con tan mala suerte que, por la postura, le ocasionó una fractura muy grave en el tobillo izquierdo que le impedía realizar cualquier movimiento. «Por su aspecto, y la posición en la que estaba la articulación, tuvo que ser dolorosísimo», añade la fuente.

Los agentes avisaron rápidamente al servicio de emergencias sanitarias 061. Mientras llegaba una uvi móvil, ellos mismos comenzaron a realizarle los primeros auxilios. El hombre, al que salvaron la vida con su intervención, fue trasladado al Hospital Clínico Universitario.