Herido de bala otro hombre al que se vincula con el tiroteo de Mijas

El segundo herido, que hasta ahora no había trascendido, llegó a urgencias de un hospital de la ciudad con graves lesiones por arma de fuego en la misma franja horaria que el otro herido entraba en el Costa del Sol. Agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad investigan un posible vínculo entre ambos casos que, de confirmarse, dejaría un saldo de dos víctimas en el tiroteo de Mijas.

El ciudadano italiano estuvo en una situación de coma inducido y se ha llegado a temer por su vida, aunque al parecer se recupera favorablemente de las lesiones internas que sufrió como consecuencia de los disparos. Presenta dos impactos de bala, uno con orificio de entrada en el tórax y salida por el abdomen y el segundo, en una pierna, según apuntaron las fuentes consultadas.

El tiroteo con el que se relaciona a ambos heridos sucedió a las dos y media de la tarde del jueves de la semana pasada en un domicilio de la calle Zeus, en la urbanización Riviera del Sol de Mijas. La Guardia Civil encontró el escenario de los disparos después de que la primera de las víctimas, el ciudadano español, ingresara en el hospital. Presentaba dos impactos, uno en el abdomen y otro en la cadera. Había perdido mucha sangre. Los agentes consiguieron localizar la vivienda donde se había producido el suceso. Al entrar, encontraron manchas de sangre por todas partes.

En el último año, Mijas ha sido escenario de otros tres tiroteos que acabaron todos ellos con víctimas mortales. En mayo de 2015, agentes de la Guardia Civil, al registrar una vivienda también en Riviera del Sol, hallaron el cadáver del estadounidense A. T., de 34 años, maniatado y tiroteado. La investigación de aquel suceso dio lugar a la operación Rencilla, en la que se arrestó a 14 personas.

Aún por esclarecer

El 17 de septiembre, el colombiano Alexander J. B., de 35 años, fue tiroteado cuando aparcaba el Volkswagen Golf de su mujer en Las Cañadas, en Mijas costa. Los investigadores han arrestado ya a tres personas por estos hechos: el presunto autor, su cómplice y el titular de la moto en la que los primeros se desplazaban.

El único de los tres crímenes del verano que aún queda por esclarecer es el de Gary Hutch, un irlandés de 34 años con un amplio historial delictivo vinculado al clan de los Kinahan que murió acribillado a tiros el 26 de septiembre en la urbanización Ángel de Miraflores, donde residía. Un encapuchado lo persiguió disparándole por el recinto y lo remató junto a la piscina.