La familia del joven asesinado en Argentina inicia los trámites para lograr la tutela de la menor

En este sentido, el letrado adelantó que trabaja en el planteamiento de una demanda que permitiría a la abuela paterna hacerse con la tutela de la niña de seis años, que permanece en Argentina desde que su madre regresase a su ciudad natal llevándosela consigo, hecho considerado como secuestro internacional, según advirtió el propio Huertas, argumentando que no dio aviso al progenitor y la pequeña voló con pasaporte español.

Si el juez considera probado estos hechos, la madre de la pequeña se enfrentaría a una condena de hasta cuatro años de prisión por secuestro internacional, además de hasta una posible adicional de hasta diez años.

Aunque no se ha determinado aún una fecha concreta para la interposición de esta denuncia en los juzgados de Fuengirola «porque lo más urgente era repatriar el cuerpo de Domingo», explicó ayer el representante legal, quien aseguró que los trámites se iniciarán «en breve».

Inicialmente estaba previsto que los restos del padre, que partió a Sudamérica para traer de regreso a su hija, llegasen en la mañana de ayer a la localidad costasoleña, una modificación de la programación de los vuelos, retrasó este momento hasta poco después de las 15.30 horas.

Fue alrededor de las 13.00 horas cuando el avión en que viajaban los restos de este bolichero aterrizó en el aeropuerto de la capital malagueña. Tras pasar los oportunos controles de seguridad, la funeraria se hizo cargo del traslado hasta el parque cementerio municipal, donde los restos de Domingo Expósito se velarán hasta las 18.00 horas de hoy, cuando está previsto que se celebre el funeral en la iglesia de las propias instalaciones del parque cementerio.

Expósito tenía planteado el regreso a casa con su hija, tras una decisión judicial que le otorgaba la custodia, apenas cinco días después de que cinco disparos acabasen con la incesante lucha de un padre que se propuso no pisar España a no ser que fuese con su hija de la mano; circunstancia que, desgraciadamente no verán sus familiares.