El Carnaval de Málaga ya tiene ganadores

Por detrás, en la categoría de murgas se han clasificado 'Quiero que mi padre se vaya, pero mi padre no quiere' (2º puesto), '¡Cucha Málaga!' (3º), 'Los tradicionales' (4º) y 'Tu cara me suena' (5º).

En comparsas, y por detrás de los ganadores, han quedado 'Nostradamus' (2º puesto), 'La desbandá' (3º), 'Los enamoraos' (4º) y 'Los majareta de la bicicleta' (5º).

Así han sido todas las actuaciones durante la final del carnaval (por orden de actuación).

Los comparsistas de Marbella abren el fuego haciendo más kilómetros sobre sus bicicletas con buenas voces y un repertorio a la altura de una gran final. En sus pasodobles recuerdan la tragedia de la dana de Valencia y la poca ayuda que están recibiendo todos los damnificados y piropean a Málaga, de la que aseguran estar enamorados y por eso dicen que nunca dejarán de venir a cantarle. Cuplés sobre las hamburguesas modernas y sobre un encuentro con una hippie.

Los murguistas de Estepona y San Pedro pasan su última rueda de reconocimiento con más problemas de los previstos. Con mucho arte, tras la presentación sacan al testigo protegido, que va entero cubierto con papel de pompitas. En sus pasodobles realizan un homenaje a las madres y piden al presidente de la Junta que dé más ayudas a la atención temprana. En sus cuplés cuentan cómo vivieron el interrogatorio y se consideran los más sinceros del carnaval porque dicen que no votan al alcalde, pero es porque no pueden.

Los componentes de esta agrupación juvenil demuestran todo su buen hacer sobre las tablas y dejan más que claro que debían estar en la gran final con un repertorio fantástico. Comienzan con dos pasodobles dedicados a los abuelos y al Málaga, que justo en ese momento estaba jugando su partido contra el Tenerife. Sus cuplés son sobre una vegana a la que pillan con una chuleta en un examen y sobre el estribillo que les ha escrito Sergio Lanza, que no hay quien lo entienda. Genial cuarteta en el popurrí donde hablan en malagueño. El teatro los despide al grito de 'campeones' y, desde luego han hecho méritos para ello.

Los piratas sin patria ni corazón viene del barrio del carnaval con mucha fuerza y ganas de comerse el escenario. En sus pasodobles hablan de Málaga y piden a un niño que nunca deje de luchar ni que le echen de la tierra donde le han parido y defienden el carnaval actual, que es cultura, y aplauden el cambio de rumbo que ha tomado la fiesta. En los cuplés se refieren a un amigo facha que les ha pedido una copla y al obispo de Tenerife.

Los pizzeros de Rute disfrutan y hacen disfrutar al público con su trattoria napolitana y su 'italoespañol'. En sus pasodobles denuncian que los clientes son muy exigentes con los camareros pero no con los empresarios para pedir mejores condiciones para quienes les atienden, y lamentan la pérdida de locales tradicionales en el Centro, donde es más sencillo encontrar un restaurante italiano que una taberna. Durante la actuación sobornan a la prensa con pizza que estaban elaborando en el horno, y eso es absolutamente top.

La comparsa de enamorados malagueños realiza un gran pase a modo declaración de amor. En sus pasodobles se muestran preocupados por el futuro de sus hijos tal y como está el país y critican al alcalde, al que acusan de haber vendido la ciudad a 40 forasteros. En los cuplés hablan de los tipos que han usado varios grupos en el concurso y sobre la dana de Málaga «y De La Torre pensando en hacer un Aquapark en Carretería».

Los predicadores malagueños vuelven a liar el taco sobre el escenario, Introducen en su presentación un «gloria a los que van a abrir el Tívoli». En sus pasodobles critican al alcalde, al que acusan de vaciar los bolsillos de quien le ha votado y ya no ven predicar con el ejemplo, y animan a los carnavaleros a ponerse el disfraz y a seguir cantando en la calle. Cuplés sobre cómo nada el alcalde en el Club Mediterráneo y sobre la torre del Puerto, con un mensaje final muy gráfico y directo al alcalde.

Los profetas de Alhaurín no aflojan el ritmo y lanzan coplas que se clavan en el corazón del patio de butacas. En su quinta y sexta profecía (pasodobles) critican de forma directa a todos esos supuestos aficionados que echan por tierra al Carnaval de Málaga, a sus grupos y a sus aficionados comparándolos con otras fiestas, y denuncian el estado de la sanidad pública porque dicen haber visto el final. Cuplés para la moda de comer cosas crudas y sobre las mafias que más asustan en Malaga («las que gobiernan en el Ayuntamiento»).

Los hijos del alcalde dejan de ser hippies y se convierten en sus máximos defensores. De pedirle que se vaya, le piden que se quede. Cambio completo de estética y de repertorio en la presentación y en el popurrí con referencias constantes al alcalde de verdad, que está en el palco e incluso graba la actuación con su móvil. Pasodobles en defensa del alcalde, que algo habrá hecho bien. Cuplés variados sobre que no se ve ni un chiringuito en Sevilla, lo que hacen antes de dormir, a una vecina que va a la playa nudista y al Unicaja.

Los migrantes modernos realizan una gran actuación cargada de sentimiento y buenas coplas. En sus pasodobles piden respeto para una ciudad milenaria como es Málaga, que no se puede convertir en un destino de despedidas y borracheras, y piropean a las madres. Cuplés graciosos sobre el Unicaja, que es tan bueno que ganaría todo lo que jugara menos las elecciones a De la Torre, y sobre Dani Pérez, con un final superior al anterior.

Los murguistas merdellones de Torremolinos comienzan su actuación dormidos en la hamaca por lo tarde que es. «¿No tenéis casa, loco?», dicen al despertarse. En sus pasodobles intentan amedrentar al jurado citando a todo ellos y buscan a una mujer con sólo dos condiciones: que sea malagueña y no vote a De la Torre. En sus dos tandas de cuplés lanzan hasta 15 minicoplas sobre la invasión de guiris, los nuevos cuplés de las murgas, David Delfín, masajes de pies, el láser o Teresa Porras.