Los apóstoles de Merchán y los dioses de Alhaurín suben el nivel en la segunda semifinal

Juan Soto

Málaga

Martes, 30 de enero 2024, 00:58 | Actualizado 12:31h.

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Jesús y sus apóstoles liaron literalmente el taco durante la segunda semifinal del Carnaval de Málaga. La agrupación liderada por Miguel Ángel Merchán, que parodió La Última Cena, fue lo más destacado de una noche en la que también destacó la comparsa 'Los dioses', de Alhaurín el Grande. La noche comenzó con la actuación de dos agrupaciones infantiles que cantaron fuera de concurso y que demostraron el nivel que está por llegar. Mención especial merece la segunda, un romancero, modalidad extinta que han recuperado los niños. ¡A ver si toman buena nota los adultos!

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Un teatro demasiado frío recibe a la primera agrupación de la noche, y eso que incluso intenta que el público interactúe con ellos. Los cuarteteros, que participan fuera de concurso, se presentan como animadores de hotel y lo mismo hacen magia que juegan al bingo. En los cuplés hablan de las vacaciones en familia que se pasan en su establecimiento y sobre lo que hacen los extranjeros en el hotel. Finalizan su actuación con un popurrí en donde ponen a todo el teatro en pie para que baile zumba. «Se acabó este entretenimiento porque ya se va el verano y descansamos de ser un animador», resumen.

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Un niño que llega al teatro desde un pueblo perdido que nadie conoce y que es su tesoro. Cuenta cómo es su vida y que sólo tenía cuatro amigos. «Cuando encontré Málaga dije este es mi sitio», ha asegurado. Durante su pase habla sobre los platos tan deliciosos que ha probado en la ciudad y los lugares tan idílicos como el Muelle Uno, la Alcazaba o la Farola, que quiere seguir viéndola así. El carnavalero tiene mucho arte y demuestra muchas tablas sobre el escenario pese a su corta edad, e incluso se atreve con un chiste de Chiquito. Se despide cantando a Málaga: «Me siento un marqués al pasar por tu calle de Larios, me siento tan a gusto que siento que vivo en un sueño y orgulloso de sentirme malagueño».

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Los componentes de la comparsa de Villanueva de Algaidas se presenta como el origen de todos los males, los miedos mentales que pueden azotar al hombre: ansiedad, miedo, depresión, inseguridad, autocomplacencia... En sus pasodobles critican a «un partido que ha cogido más peso del que ha merecido» y que no acepta que una mujer ame a otra mujer, y lamentan la deriva que está cogiendo la ciudad, que apuesta por la cultura pero pone en duda a los carnavales. Cuplés para contar cómo se vive en el infierno (al final desvelan que hablan de Sevilla) y para contar que han perdido la fuerza que ellos suelen tener porque Merchán les ha echado un exorcismo en los camerinos.

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La murga representa La Última Cena más carnavalera. Merchán se planta en el escenario como si fuera la polémica imagen de la Semana Santa de Sevilla que ha dado la vuelta al mundo y llena de carcajadas el teatro. Le pide a los apóstoles que se cuiden un poco con la bebida y dice que nadie quiere pagar. Durante la presentación hace varios milagros como que se encienda la luz o que llueva pan. Pasodobles para pedir que cada uno ame a quien quiera y para las promesas que le hacen para que el Málaga vuelva a Primera. Cuplés de crítica a Pedro Sánchez y sobre el propio director del grupo.

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La comparsa juvenil se mete en el personaje de un gato chiflado «que tu sonrisa quiere ver». Son parte de la locura que todos llevamos dentro. En sus pasodobles aseguran venir a cantar lo que no canta nadie: que muchos carnavaleros no se saben ni el himno de la fiesta; y dedican una bella copla a su abuelo, que ya no está entre nosotros. Intercalan pasodobles y cuplés, que son sobre la importancia del agua (con remate final sobre las entradas del concurso) y al perro de su vecino. «Te lo advierto, soy un gato un poco loco y payaso, pero de tonto no me debes tomar que aquí los gatos siempre dicen la verdad», cantan en el popurrí.

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Los comparsistas de Almería se presentan en el escenario como unos muertos que cantan en el cementerio. Bonita puesta en escena y grandes voces las que demuestran sus componentes. Pasodobles sobre la Desbandá, que rematan recordando que en Almería siempre seremos bienvenidos; y sobre los problemas que sufre el mundo relacionados con la religión porque no hay más Dios que el dinero. Cuplés para bromear la cantidad de salidas especiales que tienen las cofradías y para un beso que le dieron a Leticia Sabater a lo Jenni Hermoso. «Como si no hubiera nada más, sueña aunque sea despierto, roba corazones si es que tienes que robar», cantan en el popurrí.

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Los murguistas de Estepona y San Pedro se meten en la piel de María, madre Hugo, que sigue el modelo Montessori para enseñar a su hijo a ser mejor y da sus consejos en las redes sociales. Pasodoble sobre la educación y la importancia de que empiece en casa y sobre el precio de las viviendas que se están cargando los barrios. Tanda de cuplés con consejos a los hombres y hablando de carnaval y Semana Santa. Divertido pasodoble, probablemente lo mejor del repertorio.

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Los comparsistas de Alhaurín se meten en la piel de una tribu maya que rinde homenaje a sus dioses La última agrupación de la noche es la comparsa de Alhaurín el Grande, cuyos componentes se meten en la piel de una tribu maya que realiza ofrendas a sus dioses por carnaval. Grandes voces y mejor repertorio para cerrar la segunda semifinal. Pasodobles sobre la situación política actual y los políticos que se bajan los pantalones para gobernar y sobre la monarquía (hilando con la vida de la princesa de una casa).