Un viaje literario a la Nerja de hace seis décadas
La escritora finlandesa Anna Ungelo, de 90 años, lanza en castellano una novela que publicó por primera vez en su país en 1960, inspirada en sus viajes a la localidad axárquica
Hace ya más de una década que Anna Ungelo no visita Nerja, pero esta finlandesa nacida en 1932 y residente en París, confiesa que prefiere ... quedarse «con la imagen que tengo en mi corazón». En 1956 llegó a la localidad costera más oriental de la provincia junto a su marido, el polaco Maurice Zalcman, procedente de Málaga. «Queríamos ir más hacia la zona de la costa de Granada y Almería, nos quedamos por casualidad», rememora la autora de 'Pysähtyneet Kellot', una novela ambientada en el municipio, que publicó por primera vez en 1960 en finlandés.
Ahora, más de seis décadas después, la obra ha sido traducida por primera vez al castellano con el título 'Los relojes parados'. La obra permite realizar un viaje a la Nerja de hace más de seis década, cuando «todavía era un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores, no había ningún hotel, tiendas de recuerdos, supermercados, apenas extranjeros y con un solo coche, el taxi», recuerda. «Me enamoré inmediatamente», añade.
El idilio fue tal que apenas unos años después de su primera visita compraron una casa en el paraje de Cantarriján, en los acantilados de Maro, a la que sigue viniendo su hizo Olaf, que trabaja como agente en el sector de turismo rural. «Me encantaría volver, es la tierra prometida, como decía mi marido», cuenta Ungelo desde París, donde reside. Su marido fue un reconocido pintor, fallecido en 1983. En 2017, el Museo de Nerja realizó una exposición con obras y fotografías suyas de la localidad axárquica.
«Él siempre decía que Franco lo vendió a los aliados por un cerdo o por un saco de trigo», explica Ungelo sobre la increíble historia de supervivencia de su difunto esposo, que fue apresado por los nazis en el gueto de Varsovia. «Pasó por la cárcel de Jaca y de ahí lo vendieron a los aliados, llegando a Marruecos por Málaga, y luego liberó a Francia», detalla. «Con el dinero que le dieron de indemnización compramos la casa de Nerja», confiesa.
El único bar del Balcón de Europa
En su primer viaje a la localidad para recorrer de nuevo los pasos que le llevaron a la libertad en la Segunda Guerra Mundial, alquilaron una habitación «en el único bar que había en el Balcón de Europa». Rápidamente hicieron amigos entre las familias locales, «que nos adoptaron realmente como uno de los suyos», apostilla. De ese contacto tan estrecho, que se ha mantenido hasta nuestros días con familias como los Urbano o los Montesino, conoció de primer mano los traumas de la, por aquel entonces, aún reciente Guerra Civil.
A partir de estos encuentros escribió su novela. Las historias tienen lugar en el pueblo imaginario de Alhama y se han cambiado los nombres de las personas. «Quiero que la gente conozca cómo era la Nerja de entonces, la de ahora no quiero verla, prefiero la imagen que guardo en mi corazón», expresa la autora finlandesa. En su libro la autora habla de la amistad y del amor, viajando a lugares olvidados.
La obra permite así pasear por una Nerja que ya no existe, «una Nerja que debemos recordar, conocer a los amigos que no se olvidan», considera. Para Ungelo, la Nerja de hoy en día ya no sea la misma, «pero en algún lugar su viejo corazón sigue latiendo, está desligado del tiempo». «Esa es la vieja Nerja que muestro en el libro: un pequeño pueblo al que he amado toda mi vida, un pueblo donde la vida era tranquila flotando de un día para otro y donde el tiempo parecía desaparecer», concluye.
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