Las playas de Vélez-Málaga tendrán perros socorristas este verano

Sin embargo, las unidades caninas de rescate en playas son todavía muy minoritarias. En Vélez-Málaga están preparándose para poner en marcha el primer servicio de este tipo en Málaga y Andalucía de cara a este próximo verano. Serán un total de cinco perros, tres de la raza terranova y dos labradores, los que prestarán servicio en los 22 kilómetros del litoral de la capital de la Axarquía, desde Chilches hasta Lagos. Los animales han sido dispuestos por Manuel Durán, empleado de la empresa municipal Emvipsa, y que ha creado la primera Unidad Canina de Emergencias (UCE), que han llamado, MresQ, junto al también adiestrador castellano-manchego Miguel Sánchez, de la localidad albaceteña de Hellín.

Durán tiene una terranova de un año de edad, llamada Mai, mientras que Sánchez cuenta con la más veterana de la unidad, Queen, también una hembra de terranova, de seis años de edad. El experimentado animal albaceteño es experto en rescates acuáticos, habiendo prestado ya servicio en la provincia donde reside y se entrena en pantanos del río Mundo. Este pasado domingo, como aperitivo, realizó una primera exhibición con motivo del Triatlón de Torre del Mar en la playa.

«Son animales que están hechos para nadar y arrastrar grandes pesos, proceden de la isla de Terranova, en Canadá, donde desde hace miles de años han ayudado al hombre a pescar y a rescatar a personas», cuenta Durán, quien destaca que estos animales «no es que rescaten a la gente por sí mismos, son un apoyo para los profesionales socorristas». «Normalmente son muy buenos para arrastrar una cuerda, un cabo, ya que tiene muchísima fuerza en el agua, pudiendo arrastrar hasta dos mil kilos», sostiene. «Forman un binomio perfecto con los socorristas», apostilla.

Además de Queen y Mai, en las playas torreñas estarán, por primera vez en Andalucía, otros tres perros, otro terranova, un macho, llamado Oso, de tres años, que vive en Málaga capital, y dos labradores, Buddy, un macho de un año, y Brown, otro macho de cuatro. «Seremos el primer municipio de Málaga con total seguridad que va a tener una unidad canina de rescate en las playas, y uno de los primeros en Andalucía, ya que el año pasado se presentó un perro labrador en Chiclana, en Cádiz, pero era un cachorro y se iba a empezar a adiestrar», cuenta Durán, quien advierte que en comunidades como Valencia sí son más frecuentes este tipo de unidades.

A su juicio, «la gente tiene que ir normalizando que estos perros de trabajo estén en las playas». «Es verdad que en Torre del Mar tenemos una playa canina desde hace ocho años, que es de las mejores de Andalucía, y que será allí donde estén más tiempo», advierte este adiestrador canino. El pionero servicio va a ser coordinado conjuntamente con la empresa almeriense Servicial, concesionaria del contrato de socorrismo y salvamento acuático en las playas de Vélez-Málaga.

«Por suerte la Tenencia de Alcaldía de Torre del Mar y la Concejalía de Playas nos ha apoyado totalmente desde el principio y han visto la utilidad de estos perros de rescate acuático», confiesa Durán, quien destaca que tanto los terranovas como los labradores, además de otras razas como los golden-retriever o los perros de agua españoles, son razas increíbles para trabajar en el agua. «Tienen ese instinto, la gente que tiene un terranova te lo dice, aunque no esté adiestrado, tienen el comportamiento de sacar siempre a alguien que está en el agua», apunta.

En este sentido, el caso de los perros terranova, cabe destacar que sus patas planas y anchas y su gran pelaje, con una doble capa resistente al agua, son las dos características principales de su evolución tanto en tierra firme como en el agua. Tienen además un gran carácter protector. Igualmente sobresale su pasión por zambullirse en el océano y su habilidad para nadar. La combinación de estos factores da como resultado que son un gran aliado en los rescates acuáticos, sobre todo en aguas frías. De hecho, es una raza que ha ayudado a llegar a la orilla a víctimas de naufragios, a niños cuando terminaban en aguas profundas e incluso a los marineros a extender las pesadas redes de pesca en el mar. «Es una raza que sufre algo más por el calor, debido al pelaje, pero se adaptan», apostilla Durán.