Ecologistas critican la organización de un taller de anillamiento de aves para todos los públicos en Canillas de Albaida

El colectivo ha lamentado que esta actividad «no haya sido discutida en el seno del máximo órgano de participación de este espacio natural, la Junta Rectora», y por este motivo ha dirigido un escrito mostrando los aspectos críticos de este tipo de actividades, que se supone que se organizan para dinamizar los municipios del parque natural, «pero cuyas consecuencias no siempre son aceptables desde el punto de vista conservacionista», han apostillado.

A juicio del portavoz de GENA-Ecologistas en Acción, el biólogo Rafael Yus, «así pasa todos los años con la organización de excursiones masivas a La Maroma», quien ha recordado que es un lugar «de protección de grado A y, por tanto, tiene restringida las visitas masivas por su impacto ambiental». «Reconocemos la importancia del anillamiento de aves para los estudios científicos, por personas acreditadas oficialmente con su carnet de anillador, y con los pertinentes permisos de la autoridad administrativa medioambiental, pero ponemos en duda que esta actividad sea adecuada para difundirla a toda clase de público, por considerarla contraproducente», ha argumentado Yus.

En primer lugar, el responsable de GENA ha esgrimido que aunque las personas asistentes sean advertidas de que el anillamiento de aves sólo lo pueden hacer personas acreditadas, «el conocimiento de la técnica facilitará que cualquier persona no acreditada la use para este fin o para otros fines indeseables». Para Yus, el anillamiento de aves incluye técnicas que puede permitir la caza de aves sin necesidad de usar armas.

Por otro lado, según ha argumentado el coordinador del colectivo ecologista, estas técnicas «también se pueden usar para la práctica del silvestrismo, una actividad tradicional consistente en capturar aves de canto (fringílidos) y criarlas en cautividad, una actividad consentida por la Junta de Andalucía en calidad de 'captura excepcional' por considerarla una tradición arraigada, pese a la normativa europea que está en contra», al igual que Ecologistas en Acción. «Se sabe que esta actividad se realiza de forma incontrolada y precisamente este tipo de talleres brinda la técnica de captura», ha apostillado.

Asimismo, para GENA, «las personas que tienen poco conocimiento de aves o bien ignoran la legislación, pueden incluir entre sus capturas aves que figuran en el inventario de aves amenazadas, que están excluidas de las prácticas de anillamiento». Según ha detallado, durante el anillamiento de aves, «una mano experta puede producir daños al animal en las operaciones de coger, toquetear, marcar, pinchar, espulgar, medir, fotografiar, enseñar a amigos e incluso recapturar», ha argumentado.

Por su parte, en el ámbito de la educación ambiental, para Yus, «el anillamiento de aves no tiene cabida porque no es en sí una actividad educativa, sino una técnica científica, y en todo caso, este fin no justifica los medios, existiendo otras formas de educación con aves, como la observación directa con prismáticos». Por tanto, desde GENA-Ecologistas en Acción han lamentado que «las bienvenidas actividades de educación ambiental y de conocimiento del parque natural incluyan actividades como ésta y otras ya denunciadas anteriormente, como las mencionadas excursiones masivas a lugares de alta protección, recolecta de hongos, hierbas aromáticas, puentes colgantes cerca de nidos de águilas perdiceras, etc.)».

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