Ecologistas denuncian riegos «ilegales» de fincas de subtropicales en Periana

 Según el colectivo que dirige el biólogo Rafael Yus, «hay además un pozo a pocos metros del cauce actual que capta las aguas subválveas del mismo río, cuya legalidad habría que comprobar», ha apostillado. «Justo detrás del antiguo molino, hoy en ruinas, se encuentran las gomas en el lecho del río, la arqueta con el motor y las llaves de distribución. El agua es bombeada desde el río a una enorme alberca de reciente construcción, situada en lo que era el secano del Cortijo Colodra o de Guerrero, con la que riegan diversas parcelas con plantaciones de aguacates», ha descrito Yus.

Según GENA, tienen «constancia» de que esta parcela era de secano herbáceo, «posiblemente las parcelas 72 y 75 del polígono 11, por un lado, y las parcelas 26, 27 y 28, más las 41 a la 38 del polígono 12 de Periana, están implicadas en esta conversión de secano en regadío». «Una enorme cantidad de aguacates en terreno de secano que necesariamente exige una gran cantidad de recursos hídricos que dudamos dispongan los propietarios, no descartándose la posibilidad de que use agua de abastecimiento urbano, como de hecho se ha dado hace pocos meses en este mismo municipio», ha apuntado Yus.

Según los ecologistas, en 2017, en estas parcelas se cultivaban cultivos herbáceos de secano, posiblemente cebada, «a partir del cual se ha ido arbolando, de modo que en 2021 ya se había arbolado toda la superficie, unas 47 hectáreas, que va desde el río Guaro, en la cota 300 hasta cerca de la carretera del Arco, a más de 450 metros de altitud sobre el nivel del mar.

«Estos riegos los consideramos irregulares por varios motivos. En primer lugar, creemos que esta captación de agua carece del debido permiso por parte del organismo de Cuenca Mediterránea Andaluza. Por otra parte, hay que considerar el hecho de que se está regando en un periodo en el que hay serias restricciones de riego a causa de la sequía, estado en el que aún estamos. Finalmente, esta conversión de la parcela de secano en regadío de subtropicales, sin contar con recursos hídricos propios o legalmente concedidos, constituye también otra ilegalidad«, ha argumentado el portavoz de GENA.

Yus ha resaltado que el embalse de La Viñuela, al 11% de su capacidad, con apenas 18 hectómetros cúbicos, se surte principalmente de aguas del río Guaro, «por lo que la captación previa de sus aguas para riego supone un hurto de recursos que tenían otro destino». «El Plan Guaro es el único plan de regadío asociado al embalse y, según consta en el decreto de su creación, sólo surte a parcelas en regadío situadas en la vega del río Vélez, después de la presa, desde una altitud de 140 metros sobre el nivel del mar», ha argumentado Yus, quien ha destacado que las parcelas denunciadas «no sólo están hurtando el agua destinada al embalse sino que están regando fuera del Plan Guaro».

Por otra parte, en este municipio los ecologistas han asegurado también tener «constancia» de que la comunidad de regantes «está cediendo agua para el riego de algunos olivares y, sobre todo, de aguacates». "En este caso, aunque la comunidad tiene una concesión, sospechamos que no se ajusta a las restricciones por sequía. Estos hechos nos ha motivado a interponer una denuncia ante la Delegación Provincial de Agricultura y Agua, instando a que se realicen las actuaciones pertinentes para que, en caso de confirmarse su ilegalidad, se paralice esta extracción en lo sucesivo", ha finalizado Yus.

Por su parte, este periódico ha intentado, sin éxito hasta ahora, recabar una valoración de la Administración regional sobre este asunto, como competente en materia hídrica en la provincia y en la Cuenca Mediterránea Andaluza.