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«Vimos montones de murciélagos, y pensamos que no podían salir de una cueva tan pequeña, así que decidimos romper unas formaciones y, no con pocos esfuerzos, descubrimos lo que desde hace ya 66 años puede ver tanta gente». Con estas palabras ha rememorado este domingo José Torres, uno de los cinco descubridores de la Cueva de Nerja, cómo fue su atrevimiento para dar con la cavidad que se ha convertido en el monumento natural más visitado de la comunidad andaluza. Este año rebasará las 20 millones de entradas desde que se abrió al público en junio de 1960.
«Era una tarde, en el crepúsculo, cuando entramos, con un martillo de albañil», ha recordado Torres, acompañado de Miguel Muñoz, el benjamín del grupo, que formaban también su hermano Manuel, Miguel Barbero -fallecido en 2007- y Francisco Navas. La Fundación Cueva de Nerja ha querido rendirles este domingo, al cumplirse 66 años de aquella mítica hazaña, un sencillo homenaje, que se ha convertido ya en una auténtica tradición anual en la localidad costera más oriental de la provincia.
Al sencillo acto, celebrado en la plaza de los Descubridores, en el acceso principal a la gruta, muy cerca de la torca o antigua mina del cementerio de Maro por donde se adentraron, únicamente han acudido José Torres y Miguel Muñoz, además de María López, viuda de Barbero. Tanto Navas como Manuel Muñoz han excusado su presencia por motivos de salud. No en vano, el más joven aquel día, Miguel Muñoz, tenía entonces 14 años, por lo que este año cumple 81.
«Lo más bonito y de lo que me siento más orgulloso y contento es ver cómo la gente disfruta viendo este monumento, como los grupos de niños», ha expresado Torres en su intervención. Al finalizar el acto visitantes de la gruta nerjeña no han querido dejar pasar la oportunidad de fotografiarse con estos dos héroes. A pesar de su hazaña, en enero de 1959, no fue hasta más de tres meses después, cuando acompañados de un grupo de nerjeños, entre ellos el fotógrafo José Padial, ya fallecido, pudieron realizar fotos del interior de la Cueva. Su publicación en SUR, unos días después, permitió al mundo entero conocer la grandiosidad de la gruta.
La Cueva de Nerja está considerada la auténtica catedral natural de la Prehistoria. Su hallazgo cambió por completo el rumbo de la localidad costera más oriental de la provincia, tras su apertura al público poco más de un año después, en junio de 1960. Pasó de ser un pueblo agrícola y pesquero a empezar a recibir miles de turistas cada año. Desde entonces, más de 20 millones de personas se han adentrado en la inmensidad de la cavidad, deleitándose con las formas imposibles de la piedra caliza, tallada durante miles de año por efecto de la erosión del agua, además de con sus valiosas pinturas rupestres, que datan de hace más de 40.000 años.
El tirón de la Cueva sigue muy patente, después de los años más nefastos y oscuros de su historia como consecuencia de las restricciones de movilidad provocadas por el Covid-19. Entre enero y octubre de 2024 ganó un 10% de visitantes y superaba los 480.300 visitantes. El presupuesto de la Fundación que gestiona la cavidad axárquica ha aumentado en 1,1 millones de euros para 2025 hasta alcanzar los 10,7 para 2025.
Uno de los retos que tiene por delante y al que lleva aspirando varias décadas es conseguir ser declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Así lo ha destacado el vicepresidente primero de la Fundación Cueva de Nerja y alcalde nerjeño, José Alberto Armijo (PP), quien ha instado al presidente de la institución y subdelegado del Gobierno central en Málaga, Javier Salas (PSOE), «a mover ficha» con este objetivo. «Son 1.059 los bienes que están en la lista de Patrimonio de la Humanidad y creo que la Cueva merece estar, por sí misma o junto a otras de la provincia», ha expresado el regidor nerjeño.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en la provincia ha recogido el guante y ha anunciado que una vez que pase la próxima edición de la feria internacional de turismo de Madrid, Fitur, van a celebrar una primera reunión de trabajo para reactivar este asunto. Salas ha resaltado que de los 20 millones de visitantes que alcanzará este año la cavidad tras 66 ejercicios abierta al público, la mitad son extranjeros, «de la práctica totalidad de nacionalidades», ha apostillado.
"Si sumamos todas las personas que han recorrido la Cueva de Nerja desde su descubrimiento en 1959 hasta el pasado año , hablamos de cerca de 20 millones, con 19.955.746 de visitantes. Una cifra asombrosa. De hecho, en este 2025 se prevé llegar al visitante 20 millones", han anunciado desde la Fundación Cueva de Nerja en un comunicado, al tiempo que han apuntado que se trata de "un nuevo motivo de satisfacción para la Cueva de Nerja, que cerró 2024 con casi 42.000 visitantes más que en el anterior periodo de 2023".
Por su parte, la diputada provincial de Fomento e Infraestructuras, la nerjeña Nieves Atencia (PP), ha destacado la «hazaña» que supuso «la travesura» de aquellos cinco chavales hace hoy justamente 66 años. «Nerja cambió su rumbo, su futuro, y ya se puede ver cómo ha crecido», ha expresado, al tiempo que ha animado a seguir «cuidándola», alabando, en este sentido, el trabajo que realiza el equipo científico y de conservación, y mostrando el respaldo absoluto de la institución provincial.
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