Comares quiere sacar brillo a su gran joya mozárabe

Este monumento, descubierto de manera casual en 1907, cuando se retiró una encina para cultivar la zona, tenía una capacidad para hasta 120.000 litros de agua, con tres naves, nueve compartimentos y doce arcos de herradura, varios de los cuales se conservan en perfecto estado más de 1.100 años después de su construcción. Fue declarado monumento histórico artístico nacional, junto con la Catedral de Málaga, la Alcazaba y Gibralfaro en 1931 por el rey Alfonso XIII, poco antes de abandonar el país tras la proclamación de la Segunda República.

Ahora, después de años de trámites y peticiones a la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Comares, en colaboración con la Universidad de Málaga (UMA), pretende firmar un convenio de colaboración para iniciar nuevas excavaciones en este entorno que permitan sacar, de una vez por todas, brillo a esta auténtica joya mozárabe totalmente desconocida para la inmensa mayoría de los malagueños. Tras años de solicitudes a la Administración regional, el Consistorio ha conseguido la visita y el apoyo de la delegada del Gobierno andaluz en la provincia, Patricia Navarro, y de la delegada de Cultura y Patrimonio, Carmen Casero. Además, el doctor en Historia Medieval de la UMA Virgilio Martínez también ha visitado el yacimiento y ha mostrado su respaldo al proyecto.

El Ayuntamiento de Comares está realizando trabajos que van en la línea de recuperar y poner en valor este patrimonio histórico y cultural. De la mano de José María Ruiz se están realizando fotografías aéreas. Además, Javier Ramos se va a encargar de realizar una recreación tridimensional del aljibe, que está declarado también como Bien de Interés Cultural (BIC). «Ojalá podamos poner en valor y crear una ruta visitable. Además de las excavaciones, habría que conseguir el permiso de los dueños de los terrenos, que son más de una treintena», explica a SUR el alcalde, Manuel Robles. En el cargo desde 1983, reconoce que este proyecto «es una de las grandes ilusiones que tengo y que me quedan por hacer».

«Por ahora, vamos a poner una gran cerámica a la entrada del pueblo para que la gente conozca qué es el Mazmúllar, y estamos adecentando y limpiando los senderos», apunta el regidor, quien todavía no tiene decidido si volverá a optar a la reelección en 2023.

Durante mucho tiempo se creyó que las ruinas de Mazmúllar correspondían a la legendaria ciudad de Bobastro, de Omar ben Hafsun, enclave que finalmente se halló en Ardales. Sin embargo, sí puede ser posible que en la meseta de Comares se asentara la perdida ciudad de Qámara, mencionada en relación con Omar y que desapareció tras la muerte de éste y de sus familiares. Etimológicamente, Qámara puede ser la base de Comares y siempre se ha identificado a Qámara con las cercanías de Colmenar.

El tamaño del aljibe, el nivel de calidad de su construcción y su acabado dan idea de que debió de corresponder a una instalación muy especial. Normalmente, los aljibes se edificaban en los bajos de los castillos. Así, por ejemplo, en Comares se puede visitar el aljibe situado en el cementerio, que era justamente el castillo de la villa, pero el de Mazmúllar es muy superior en capacidad y calidad.

En la parte sur de la meseta existen unos restos muy claros de edificaciones, con huecos en el suelo excavados a cincel, que servían de almacenes de granos. Hay investigadores que apuntan que Qámara fue la residencia de verano de Omar ben Hafsun. Abderramán III profanó las tumbas de Omar y sus hijos, quemó los restos y esparció las cenizas para hacer patente «su odio y su desprecio» y con igual inquina destruyó la ciudad de Qámara, pero no pudo eliminar el aljibe del castillo, que permaneció oculto durante siglos hasta su descubrimiento casual hace apenas cien años. El acceso está protegido con una verja y un candado para evitar daños a este patrimonio.