García Vidal confirma a la jueza que el tapón de tierra sobre Julen pudo formarse durante su caída y las tareas de rescate

El máximo representante del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga indicaba a su llegada a los juzgados que acudía a la llamada de la magistrada para «colaborar con la justicia». Y así lo ha hecho durante la casi media hora que ha estado sentado ante la jueza para declarar como testigo.

García Vidal ha hecho una pequeña cronología de las tareas de rescate desde la llegada del equipo de ingenieros de caminos. Sobre estos trabajos, acometidos hace ya dos meses, ha insistido en que se encuentra «orgulloso» de la labor realizada pese al trágico final.

Durante su declaración, la magistrada le ha preguntado en varias ocasiones respecto a la tierra que había sobre el menor. Se trata del tapón que dificultó las tareas para llegar hasta Julen, sobre el que ha explicado que pudo formarse debido al material desprendido del pozo por la caída del niño y por los trabajos de rescate.

Asimismo, García Vidal ha sido cuestionado sobre la composición del tapón. Éste se convirtió en «una plasta» debido a las filtraciones de agua que había en el pozo del menor, que también se encontraron al perforar uno en paralelo para llegar hasta Julen, según ha expuesto en sala.

García Vidal no ha sido la única persona que ha prestado declaración este miércoles ante la magistrada. También lo han hecho los dos guardias civiles que fueron los primeros agentes de este cuerpo en llegar a la zona de los hechos, así como el instructor y el secretario de las diligencias.

Hay que recordar que, cuando llegaron los agentes de la Benemérita a la finca de Totalán ya se encontraba en el lugar una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos, además de los tres senderistas que auxiliaron a los padres de Julen, el dueño de los terrenos, único investigado en esta causa por un delito de homicidio por imprudencia, y su pareja.

Los agentes que llegaron primero al lugar de los hechos colaboraron inmediatamente con las tareas de rescate, que en esos primeros momentos se centraban en intentar localizar al menor en el pozo. De hecho, uno de los guardias civiles cedió su propio teléfono móvil para descenderlo atado a una cuerda por la prospección para obtener imágenes de la situación que había en su interior.

Otro de ellos se entrevistó con el padre, quien le explicó que había visto como el niño había caído por el interior del pozo. Fueron los primeros momentos de un rescate que se prolongó durante 13 días.