Pedida de mano rociera

Javier tenía decidido que, tras tres años de noviazgo, había llegado el momento de pedirle matrimonio a Sonia y para ello pensó en el momento en que las carretas cruzan el río Quema. Sin embargo, debido a las fuertes lluvias, el paso de las comitivas rocieras por el cauce del Quema ha tenido que suprimirse, por lo que la inesperada pedida se llevó a cabo en otro punto emblemático del camino: la presentación de la hermandad ante la de Villamanrique de la Condesa.

No me lo pensé dos veces y decidí que, al no poder hacerlo en el Quema, ese era el mejor lugar, ha confesado Javier, quien no dudó en ponerse de rodillas ante los simpecados de La Caleta y Villamanrique y ofrecerle el anillo de pedida a Sonia, que lo aceptó sorprendida y emocionada. Fue un momento muy bonito, hasta el cura del pueblo se echó a llorar. Todos lloramos. Una amiga nos cantó una sevillana que estaba especialmente dedicada a nosotros, ha recordado Javier, quien espera poder llevar al altar a Sonia para el verano del año que viene. A buen seguro que nunca olvidarán cómo fue la pedida de mano en su primer camino hacia El Rocío.