Una concejala de Moclinejo acoge a un menor de 13 años que llevaba días durmiendo en la calle

El trabajo no esperaba esa mañana entre los papeles del despacho. Se lo encontró por el camino. Cuando se dirigía a unas oficinas municipales del Ayuntamiento de Moclinejo, del que es concejala de Bienestar Social, Arantxa Villalba se topó con un crío sentado en la parada del autobús de El Valdés, una pedanía de la localidad axárquica. Eran las nueve y media de la mañana del jueves de la semana pasada. Un vecino acababa de despertarlo después de que pasara la noche al raso.

A Arantxa le impresionó la imagen «por la pena que el chaval llevaba encima». Tenía los 13 años que aparentaba, pero un rostro triste y desaliñado. Cuando le preguntó qué hacía allí, lloró «como una magdalena», que era lo único que había comido en los tres días que, según decía, llevaba en la calle «sin bañarse y sin ropa limpia». La poca que llevaba encima la cargaba en una mochila al hombro.

La historia de aquel chaval, que investiga la Fiscalía de Menores de Málaga, impresionó tanto a Arantxa que decidió llevárselo a casa de su suegra para bañarlo y asearlo antes de avisar a la Guardia Civil. «Se pasó el resto del día comiendo. Mi cuñada trajo ropa de sus hijos para que pudiera mudarse», cuenta la concejala del PP.

Pies destrozados

Cuando el crío se quitó sus zapatillas deportivas y vieron sus pies, se llevaron las manos a la cabeza. «Los tenía llenos de ampollas, con la carne levantada», describe Arantxa Villalba, que fue a la farmacia a comprarle una crema especial para curárselos. «Daba alaridos de dolor cuando se la pusimos», añade.

El menor pasó la noche en el domicilio de la concejala, que se puso en contacto con los servicios sociales de Moclinejo, que conocían de sobra el caso. También avisó a la Guardia Civil, que se desplazó hasta la pedanía de El Valdés para llevar al chaval con su madre, «que había denunciado su desaparición, aunque yo creo que no había intentado buscarlo», considera la edil. Lo dice porque Moclinejo es un municipio de apenas 1.500 habitantes y 15 kilómetros cuadrados de superficie. Y el crío nunca salió del pueblo.

Las versiones sobre por qué estaba durmiendo en la calle difieren. El menor contó a los servicios sociales que su madre lo había echado de casa y aseguró que las desavenencias comenzaron cuando él contactó con su hermana, que vive con su padre, del que la progenitora lleva años separada. La mujer, sin embargo, manifestó que fue el adolescente quien se fugó de su domicilio y se mostró desesperada por la dificultad para controlarlo por su carácter problemático, según las fuentes consultadas. Había sido expulsado en numerosas ocasiones del instituto.

Segundo episodio

Por su parte, la concejala prestó declaración en el cuartel de la Guardia Civil de Rincón de la Victoria, donde afirmó que no era la primera vez que el crío había sido visto deambulando solo por las calles del pueblo. «Una semana antes estuvo dos noches durmiendo en el polideportivo y en una parada del autobús. No digo que sea un santo, pero eso no significa que se pueda tener a un niño en la calle», sostiene Arantxa.

«Es el primer caso de este tipo al que me enfrento desde que soy concejala de Bienestar Social. No se me olvidará jamás», asegura la edil, que continúa en contacto con el chaval, quien ahora duerme en un centro de protección de Menores tutelado por la Junta donde permanece ingresado provisionalmente mientras la Fiscalía, que ya venía siguiendo su caso, investiga el entorno familiar.