Pablo Crespillo Fernández, alcalde de Salares. «Aquí se siente la naturaleza y se respira tranquilidad »
PPLL
Martes, 26 de abril 2016, 01:43
Salares es el municipio más pequeño de la comarca oriental. Con apenas 220 vecinos empadronados, la localidad presume de contar con un entorno natural privilegiado, ... en la falda del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, rodeado de un paisaje espectacular, «donde se puede sentir la naturaleza y respirar esa tranquilidad que tanto se echa de menos en las ciudades», dice su alcalde, Pablo Crespillo, quien destaca además la peculiar configuración arquitectónica del pueblo, «que conserva todavía las calles empinadas, casas encaladas y estrechas de la estructura andalusí».
En cuanto a la gastronomía, los productos más típicos son los roscos de naranja, el potaje de hinojos, las gachas, además de la cocina tradicional, como el puchero, las migas o el chivo. Los dos restaurantes del pueblo donde pueden degustarse estas exquisiteces son Los Arcos y Bar El Theo.
La agricultura y, en mucha menor medida, la construcción son las dos grandes fuentes de ingresos de los salareños. Olivos, almendros, y en los últimos años, aguacates. «Desde el Ayuntamiento estamos ayudando a los vecinos con una aportación importante de dinero para entubar las acequias para el aprovechamiento del agua», dice.
Los proyectos en los que trabaja el Consistorio de Salares incluyen, entre otros, la mejora de los principales accesos al pueblo, el alumbrado público, la renovación de calles y las infraestructuras hídricas. Además, ya han comenzado las obras de restauración de su principal monumento, el alminar árabe del siglo XIV, en el que se invertirán 137.357 euros, con cargo a fondos de la Junta de Andalucía y el Obispado de Málaga.
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