Comares se rinde ante San Hilario de Poitiers

Así ha quedado demostrado hoy, un año más, con la tradicional procesión de la imagen del santo por las estrechas y empinadas calles del centro histórico. Uno de los momentos más emotivos, además de la salida y el regreso a la iglesia de La Encarnación, ha sido su paso por la Puerta de Málaga, un monumento inaugurado en noviembre de 2014, que recrea las antiguas murallas árabes de la villa. Desde los balcones, varias vecinas han lanzado una gran petalada, mientras sonaban los compases de la panda de verdiales del municipio axárquico, que da nombre precisamente a uno de los tres estilos en los que se divide el ancestral ritmo típico del folclore malagueño.

San Hilario de Poitiers, también llamado el martillo de los arrianos y el Atanasio de Occidente, fue designado patrón de Comares, que tenía 1.385 habitantes a 1 de enero de 2015 y que está situado a 711 metros de altitud, en lo alto de un imponente cerro, a raíz de un hecho de armas acaecido en el año 1442, según se cuenta en las reseñas históricas del municipio. El 13 de enero de ese año, coincidiendo con el 1076 aniversario del fallecimiento del santo francés, los mozárabes (cristianos de origen hispano-visigodo que vivían en territorio de Al-Ándalus), se levantaron en armas contra los musulmanes del municipio, venciéndoles. Desde 1911 ya se tienen noticias de la creación de la hermandad, que a partir de su fundación organiza las fiestas patronales, aportando sugerencias y poniendo a disposición de la Junta de Festejos la colaboración de todos sus socios.

Paella gratis

Más de tres mil personas se han acercado hoy hasta Comares para disfrutar de la celebración, con gran presencia de turistas, residentes en la comarca y vecinos de la capital. La banda de música Vera Cruz de Almogía, el coro rociero Balcón de la Axarquía, la panda de verdiales Arroyo Concas, la orquesta Antídoto y el espectáculo de animación Los cuentos de Sherezade, de la compañía Cuarta Escena Teatro, han sido los encargados de animar la jornada. Los asistentes han disfrutado de paella gratuita, por gentileza del Ayuntamiento, que preside desde 1983 Manuel Robles, del PP.

Por su parte, la pedanía nerjeña de Maro festeja hoy a San Antón con sus tradicionales hogueras en las calles o lumbres, junto a las que los vecinos comieron y bebieron hasta bien entrada la madrugada. La tradición se repitió con unas veinte hogueras repartidas por las principales calles del núcleo urbano mareño, que registró una gran afluencia de visitantes, a pesar de la desapacible climatología, con una noche algo fría. Los niños jugaron a pintarse con tizas la ropa, como manda la tradición. Zurrapas Band y Musicómanos pusieron el ritmo.