El fiscal pide 28 años de cárcel para el asesino de la directora del Museo de Historia de Nerja
El escrito concluye que Ana María Márquez recibió más de 130 puñaladas con un cuchillo de cocina y que las heridas causadas por su pareja solo buscaban "aumentar el sufrimiento de la víctima"
Montse Martín
Jueves, 11 de junio 2015, 13:31
La autopsia ya reveló que Ana María Márquez -directora del Museo de Historia de Nerja- fue víctima de un crimen atroz. Y ahora el escrito acusatorio lo confirma. El Fiscal pide 28 años de cárcel para su pareja, Miguel Martínez -un empresario hostelero conocido en Córdoba de 42 años, autor confeso de su muerte- al que acusa de haberle asestado más de 130 puñaladas en su vivienda, en Torrox.
Los hechos ocurrieron el 8 de agosto de 2014 durante una discusión. Según recoge el citado escrito del fiscal, en un momento de la pelea, Miguel cogió una botella de vino y de forma "sopresiva" se abalanzó sobre la espalda de Ana María, que estaba desprevenida, y le golpeó en la cabeza rompiendo la botella. Una vez que se aseguró que estaba aturdida, el acusado cogió un cuchillo de cocina y mientras le decía despectivamente :"¿Ya no quieres pelea, verdad?" la agarró por el pelo y la arrastró hasta el cuarto de baño arrancándole varios mechones de pelo mientras ella gritaba pidiendo auxilio.
A continuación -como reza el documento del fiscal- empezó a apuñalarle en el abdomen y en otras partes del cuerpo para después tirarla de espaldas dentro de la bañera, donde continuó asestándole puñaladas. Según el fiscal, Miguel le clavó el cuchillo hasta en 131 ocasiones causándole unas heridas que no buscaban más "que aumentar el sufrimiento de la víctima".
Ante estos hechos, el fiscal pide para Miguel 28 años de cárcel y una indemnización de 120.000 euros para los herederos de la víctima.
Los hechos
Fue un guardia civil, que entró por la ventana tras recibir la llamada de una vecina, alarmada por los gritos, el que encontró el cadáver de la víctima dentro de la bañera. Aún estaba viva. El agente trató de taponarle las heridas con una manta, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Aparte de las heridas relacionadas con el crimen, los investigadores han descubierto otras lesiones que, por su grado de evolución, serían anteriores a la data de la muerte. Ana María, sin embargo, nunca lo denunció. Quien sí lo hizo fue la exesposa del detenido, que en 2005 lo acusó de maltratarla.
Miguel Martínez, su pareja, fue sorprendido por los agentes en el salón, ensangrentado. Según las fuentes, en ese momento alegó que fue su pareja quien lo atacó con un cuchillo y que, por tanto, la muerte se produjo en defensa propia. Los investigadores hallaron el arma homicida un cuchillo de cocina de unos 30 centímetros de hoja, en la bañera, junto al cadáver de Ana María.
Ana María, cordobesa, de 37 años, era una brillante profesional que dirigía el Museo de Historia de Nerja. Aunque la relación de pareja estaba consolidada, no vivían juntos. Ana María había fijado su residencia en Torrox, cerca de su trabajo en el museo de Nerja. Según las fuentes consultadas, solían verse los fines de semanas, aunque, en aquella ocasión, él llevaba toda la semana en la casa de la víctima. Había cogido vacaciones.
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