Un programa de pastoreo controlado en Andalucía consigue reducir masa forestal y prevenir incendios
La iniciativa que desarrolla la Consejería de Sostenibilidad ya afecta a casi 5.500 hectáreas, con las provincias de Málaga, Jaén y Granada a la cabeza
Si la prevención siempre ha sido la principal arma en la batalla contra el fuego, las condiciones creadas con la nueva realidad climática que causa ... incendios muy difíciles de combatir han obligado a multiplicar las vías para evitar que los montes andaluces se conviertan en un polvorín en potencia. En ese combate preventivo contra el fuego, el programa RAPCA (Red de Áreas Pasto-Cortafuegos en Andalucía), que la Administración autonómica desarrolla desde los años noventa ha adquirido nuevo protagonismo.
La iniciativa consiste en la organización de un pastoreo controlado en las áreas de monte público más expuestas a posibles incendios en la que la Administración trabaja en coordinación con propietarios de ganado, especialmente cabras, para reducir la masa forestal y con ella el riesgo de que se produzcan siniestros.
La iniciativa, que se inició en los Montes de Málaga se lleva ejecutando desde los años noventa, últimamente ha adquirido un gran nivel de desarrollo. Según datos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, el programa ya afecta a 5.435 hectáreas, localizadas principalmente en las provincias de Málaga, Jaén y Granada.
La iniciativa comenzó en los años noventa en los Montes de Málaga y ha ido ganando importancia desde entonces
La iniciativa hace frente a una de las consecuencias de dos de los fenómenos demográficos que más están castigando a todo el país: el continuo éxito de la población rural hacia áreas urbanas y el progresivo envejecimiento de la población. Ambas circunstancias han derivado en un abandono paulatino de las actividades tradicionales que se desarrollaban en el momento y su derivación en la evolución de sus formaciones forestales. Sin actividad humana, los montes se convierten en un polvorín, con espesuras excesivas que las hacen especialmente sensibles a los desequilibrios y perturbaciones como las enfermedades, las plagas, el calentamiento global o los incendios forestales.
A ello se suma que la actividad ganadera tradicional en Andalucía, mediante el pastoreo de grandes superficies, ha reducido su actividad a límites críticos según zonas a pesar de que su capacidad modificadora del paisaje es esencial para la gestión ordenada de los espacios forestales.
Pastoreo controlado
La base del funcionamiento de la RAPCA es el pastoreo controlado. En zonas que han sido previamente seleccionadas y bajo la supervisión de los pastores, las reses consumen los pastos herbáceos y leñosos a su paso, con lo que se reduce parte de la vegetación combustible en las infraestructuras contra incendios.
Superficie por provincias
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Málaga 1.382,86 hectáreas
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Jaén 1.195,50
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Granada 1.065,49
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Almería 822,62
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Cádiz 529,76
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Sevilla 315,30
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Huelva 70,59
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Córdoba 53,44
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Total 5435,56
Los criterios de prioridad y necesidad de actuación, para la selección de la áreas a pastorear, se determinan territorialmente desde cada centro operativo provincial del Plan INFOCA atendiendo a factores como la tradición ganadera local, la disponibilidad real de pastores, ganados e instalaciones, la dificultad de mantenimiento de las infraestructuras contra incendios o la existencia de puntos de agua. A su vez, cada zona se subdivide en unidades homogéneas en función de la vegetación dominante, la orografía y tipo de infraestructura.
La elección de pastores se realiza en base al conocimiento y contacto directo entre los gestores de montes públicos y técnicos de la RAPCA con los profesionales existentes en la zona. Así, el programa supone un lugar de encuentro entre ambas partes. Tras el acuerdo se firma un contrato en el que se definen los objetivos previstos con ese servicio, las obligaciones del pastor y la contraprestación económica que éste percibe, que tiene la consideración de pago por un servicio y no de ayuda o subvención para su labor.
Durante el tiempo de prestación del servicio, el pastor es acompañado periódicamente) por los técnicos de campo adscritos a la RAPCA, responsables a su vez del seguimiento de las obligaciones de aquel. De este modo, se le presta colaboración en su trabajo mientras se evalúan sus resultados. El importe económico que percibe el pastor por el pastoreo controlado depende del grado de cumplimiento, la dificultad de la zona en cuestión.
100.000 cabezas de ganado están implicadas en el RAPCA
El origen del RAPCA se remonta a los años noventa, cuando investigadores del Grupo de Pastos y Sistemas Silvopastorales Mediterráneos de la Estación Experimental del Zaidín, adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Granada, tomaron la iniciativa de participar en el seguimiento del programa francés Défense des Forêts contre les Incendies (DFCI). Al mismo tiempo en Andalucía, en algunos montes públicos de la provincia de Málaga se ponía en marcha la primera prueba formal de pastoreo controlado en cortafuegos del término municipal de El Burgo, en lo que hoy es el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, por parte de la Consejería de Medio Ambiente.
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