El Parlamento pasa la página de la pandemia y aborda la crisis económica y social

Ese cambio sustancial ha sido lo más destacado del primer periodo de sesiones de la nueva legislatura, que ha transcurrido entre septiembre y diciembre. En esa etapa se abordó el debate de nueve proyectos de ley, se celebraron 218 reuniones de trabajo de los diferentes órganos de la Cámara, entre ellas, 28 sesiones de la Mesa del Parlamento, 15 de la Junta de Portavoces, 12 sesiones del Pleno del Parlamento y 159 sesiones de comisiones, según los datos aportados por el presidente de la Cámara.

El Parlamento se encuentra ahora en periodo de receso y para cuando se reanuden las sesiones ordinarias ,Aguirre prevé que la dinámica de la actividad legislativa vaya retornando a la normalidad después del vertiginoso inicio de la legislatura, en el que la Cámara abordó en un tiempo récord todos los proyectos de ley cuya tramitación había truncado el adelanto electoral.

El presidente aspira a que más a largo plazo, pero sin sobrepasar los márgenes de la actual legislatura, el Parlamento aborde la reforma de su reglamento, que ya intentó con escasa fortuna su antecesora en el cargo, la diputada de Ciudadanos Marta Bosquet.

Para Aguirre, que reveló que los grupos políticos están manteniendo contactos de momento informales sobre esta cuestión, se trata de una necesidad, ya que el texto que rige la vida parlamentaria está obsoleto en algunas de sus áreas. «Tenemos el compromiso de que va a ser la legislatura del cambio del Reglamento», afirmó.

En su opinión, se trata de una tarea que se debe hacer en una doble velocidad. Por un lado, las cuestiones más urgentes que hay que abordar de manera perentoria; por el otro, las cuestiones que pueden despertar suspicacias por la actual situación de mayoría absoluta, que en su opinión deberían reservarse para la XIII Legislatura. El objetivo de alcanzar un consenso, dijo, debe ser el que guíe estos trabajos.

Aseguró que no se trata de un proyecto planteado desde la presidencia del Parlamento, sino de un debate abierto que de momento se está traduciendo en una «tormenta de ideas», con aportaciones de todos los grupos.

Aguirre, que inició su comparecencia haciendo una mención a las últimas víctimas de la violencia machista, fue cuestionado sobre la conveniencia de que la reforma del reglamento incluya una modificación que permita que las declaraciones institucionales puedan salir adelante sin unanimidad para evitar la situación actual, en la que la negativa de Vox a posicionarse contra la violencia de género impide que esos pronunciamientos sean aprobados.

El presidente no aclaró si esa cuestión se contemplará en el cambio de reglamento, aunque recordó que en la actual legislatura fue él personalmente quien leyó el manifiesto y que se le dio a los grupos «la opción de incorporarse a la lectura», de manera que «son decisiones internas de los grupos» la forma de visibilizar el rechazo a la violencia de género. .