Juanma Moreno y María Jesús Montero exhiben su desencuentro a pesar del protocolo institucional

Este viernes, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la vicepresidenta primera del Gobierno y jefa de la oposición en Andalucía, María Jesús Montero, tenían previsto coincidir en un acto institucional en Sevilla, el inicio de las obras de una de las fases de la Línea 3 del Metro de la capital hispalense, una actuación competencia de la Administración andaluza pero que ambas administraciones financian a partes iguales.

En este tipo de actos las intervenciones suelen regirse, además de por un estricto protocolo que rige para todos los detalles -desde la cartelería que se utiliza hasta el orden de las intervenciones, pasando por la colocación de cada una de las sillas que ocupan las autoridades hasta el lugar en el que se disponen para las fotos de rigor- y también para la naturaleza de los discursos, que suelen centrarse en lo institucional dejando de lado la confrontación partidista y destacando la colaboración entre administraciones.

Sin embargo, lo que sucedió estuvo muy alejado de esos parámetros de la cordialidad. El primer o en hablar fue el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que aprovechó la presencia de la vicepresidenta para reclamarle que el Gobierno del que forma parte acelere las obras pendientes de ejecutar en Sevilla, entre ellas la ampliación del Puente del Centenario, uno de los proyectos que se ejecutan en Andalucía que han resultado salpicados por el caso Cerdán.

En su turno, y sin aludirlo directamente, Montero le reprochó el tono de la intervención. «Hay otros entornos donde podemos reprocharnos, donde podemos reivindicarnos, donde podemos pedirnos, creo que hay que mantener siempre la cortesía institucional que se debe en las Administraciones y, por tanto, tiempo habrá de hablar otras cuestiones» dijo la vicepresidenta.

Pero todavía le tocaba intervenir a Juanma Moreno, que lanzó un reproche por elevación contra la secretaria general del PSOE de Andalucía. «La colaboración institucional va a ser máxima y también la cortesía tiene que ser máxima, pero desde que se entra, desde el comienzo del acto»

¿Qué había pasado? Montero ha adquirido la costumbre, ya lo hizo en una ocasión anterior en Málaga, de convocar por su cuenta a la prensa cuando tiene previsto participar en un acto institucional en el que va a compartir tribuna con miembros del Gobierno andaluz. En este caso, lo hizo para asegurar que mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra en su despacho del Palacio de la Moncloa trabajando, el presidente de la Junta se dedica a hacerse fotos. «El gobernante que realmente se toma en serio su trabajo -dijo al responder una pregunta relativa a la ausencia de agenda pública de Pedro Sánchez- no puede estar todo el día haciéndose fotos como pasa aquí en Andalucía, donde parece que la agenda política del presidente de la Junta consiste sólo y exclusivamente en inauguraciones y en confrontar con el Gobierno de España».

Las críticas de la jefa de la oposición irritaron al presidente de la Junta no tanto por el contenido como por el contexto, ya que es la segunda vez que Montero acude a un evento oficial conjunto de ambas administraciones para lanzar sus mensajes sin respetar lo que el Gobierno andaluz considera espacios institucionales.

«Hoy he llegado un poco más tarde porque he estado despachando asuntos importantes en el Palacio de San Telmo, asuntos de calado y de interés, y desde luego nos vamos a hacer muchas fotos, todas las fotos que avalan la cantidad de proyectos, de iniciativas que este Gobierno está poniendo en marcha en todos y cada uno de los rincones de Andalucía» dijo Moreno para cerrar el acto. El desencuentro escribirá seguramente nuevos capítulos.