La Junta se personará en los tribunales contra la empresa que provocó la listeriosis

Aguirre realizó un desglose detallado de toda la crisis por este brote y se afanó en defender la gestión realizada por su departamento resaltando que «se ha actuado con absoluta transparencia y sin ocultar ninguna información», aunque reconoció al mismo tiempo que los protocolos en esta crisis son mejorables. El consejero no quiso escurrir el bulto en la responsabilidad de la Junta de garantizar la salud pública de todos los andaluces, pero no escatimó críticas ni al Ayuntamiento de Sevilla en su labor inspectora ni a la empresa cárnica por no cumplir las garantías sanitarias de los productos que fabricaba.

Aguirre admitió que «es evidente que los autocontroles han fallado pero corresponde al Ayuntamiento inspeccionar que las empresas cumplen con sus obligaciones y también verificar si era eficaz este autocontrol». Ante esta situación, relató que «la Junta ha ido más allá reclamando a la empresa información en los primeros días y actuando sus inspectores cuando el Ayuntamiento no llegaba a cubrir todas las necesidades«. Asimismo, criticó al consistorio sevillano por facilitar «información a cuentagotas» lo que dificultó la actuación de su departamento.

El responsable autonómico de Salud indicó en el Parlamento que en la muestra de carne mechada de Magrudis que se tomó el 13 de agosto «ya se reflejaba un crecimiento espectacular de la listeria, ya que jamás se había visto una muestra con tantas colonias de esa bacteria«. Aguirre confesó que el director general de Salud Pública de la Junta »se asustó« cuando observó esta muestra y por ello se adelantó la alerta sanitaria en tres días, el 14 de agosto, sin esperar a la confirmación oficial del laboratorio municipal, que no se produjo hasta el 17 de agosto. También ese mismo día 14 se pidió al Ayuntamiento que inspeccionara la fábrica de Magrudis y que paralizara cautelarmente la fabricación de la carne mechada, según el consejero, que precisó que la comunicación oficial del laboratorio municipal con la confirmación de la carne infectada que no llegó a la Junta hasta el 19 de agosto.

Aguirre aseguró que se actuó con la mayor celeridad posible y prevaleció en todo momento el garantizar la salud de los ciudadanos por lo que subrayó que «la decisión de decretar la alerta fue acertada y la comunicación de la alerta fue efectiva« A su juicio, «conseguimos en tiempo récord hacer llegar a la población la alerta y el riesgo y ahí no hemos fallado, así como en la retirada e inmovilización de la carne afectada, más de 10.000 kilos hasta ahora». De hecho, añadió que las encuestas epidemiológicas realizadas apuntan a que ninguno de los pacientes afectados consumió la carne contaminada a partir del 18 de agosto, además de que todos los afectados comieron carne mechada y no otros productos.

Aguirre tiró también de la autocrítica en esta gestión«reconociendo que los protocolos establecidos para estos casos son mejorables y en esta alerta sanitaria hemos ido mejorando y aprendiendo cada día y tenemos que seguir progresando adecuadamente para acabar con este brote».

El consejero explicó también que la contaminación cruzada no está descartada y está actualmente en investigación y a día de hoy no se tiene ningún caso confirmado por ello. Por último, lanzó un mensaje de solidaridad a las personas afectadas por el brote y en especial a los familiares de los fallecidos, así como un mensaje de tranquilidad con la confianza en los profesionales sanitarios para que este brote pueda remitir lo antes posible y que las personas afectadas se restablezcan pronto.

La oposición conformada por los grupo parlamentarios del PSOE-A y Adelante Andalucía criticaron duramente la «nefasta» gestión de esta crisis y coincidieron en solicitar la dimisión del consejero.

El parlamentario socialista Jesús María Ruiz arremetió contra Aguirre por «su nivel de incompetencia y negligencia en una gestión llena de disparates y contradicciones provocando un daño irreparable con vidas perdidas y esperanzas truncadas«, a lo que agregó que «si le queda vergüenza política debe irse a su casa con su pandilla de amiguetes incompetentes y fracasados y póngase en paz con su conciencia». Según el diputado socialista, «esta gestión nos ha convertido en el hazmerreír dentro y fuera de España y se ha proyectado una imagen lamentable de la industria cárnica y del turismo por su lentitud y negligencia«.

Por parte, la portavoz de Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto, dijo que el consejero «no ha estado a la altura de su responsabilidad y debería marcharse porque no ha hecho las cosas bien, ha justificado errores de bulto con un relato de triunfalismo y ha echado la culpa de todo a los portavoces y a otras administraciones«.

«El proceder, los tiempos, el traslado de la información y las consecuencias han sido muy negativas, no son para sacar pecho y consideramos que debe haber una asunción de responsabilidades por su parte por muy buen médico que pueda ser«, sostuvo la diputada de confluencia de izquierdas.

El portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández, afirmó que la gestión en esta crisis no ha sido la más brillante y los errores producidos ponen difícil a su grupo seguir prestándoles su apoyo, al tiempo que se refirió a asumir responsabilidades porque se han hecho cosas mal, apostilló. Los parlamentarios de PP-A, Beatriz Jurado, y Cs, Andrés Ramón Samper, coincidieron en defender la gestión del consejero que np ha sido perfecta pero sí rápida y responsable.