Junta y agricultores andaluces realizan un último esfuerzo para mejorar la PAC en su recta final

Uno de los caballos de batalla es la determinación de los ecoesquemas y las regiones productivas donde Andalucía exige una ampliación por el fuerte impacto que tendrá en las explotaciones y por contemplar la diversidad productiva de la región. Según la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, «estos ecoesquemas no se pueden quedar en solo ocho como se plantea, sino que tienen que ser al menos 12 y no pueden resultar un coste de producción más porque deben ser útiles para mejorar la sostenibilidad del campo andaluz». , por lo que no pueden quedar en una tasa plana encubierta».

Carmen Crespo defendió el compromiso ambiental del sector y explicó que «no puede ser a un coste inasumible y contemplarse como una tasa plana encubierta que comprometa su futuro, porque si no hay rentabilidad, no hay campo y no hay municipios con posibilidades económicas en el mundo rural», argumentó.

Con los actuales planteamientos de la PAC, el 53% de los agricultores y ganaderos sufrirán pérdidas de estos fondos comunitarias, una región que además aglutina un tercio de este apoyo europeo en toda España.

Desde las organizaciones agrarias seguirán dando la batalla en esta recta final para lograr que sus reclamaciones sean atendidas, pese a la limitación de poder hacer movilizaciones por la ola de contagios actual de la pandemia Covid, que les impide echarse a la calle en sus protestas.

El presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Senra, manifestó que «desgraciadamente no se han tenido en cuenta hasta ahora nuestras reivindicaciones y el Ministerio de Agricultura solo ha tenido buenas palabras pero pocas realidades».

El dirigente de Asaja insistió en la necesidad de ampliar los ecoesquemas conforme al número de regiones agrarias y rechazó la imposición de una limitación del tope de ayuda por explotación, solicitando también que el 25% de retención que se establece se pueda recuperar.

Por su parte, el secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, afirmó que «no se puede machacar al sector agrario andaluz que es un pilar básico para el empleo con el argumento ambiental y con un recorte que supondrá una pérdida de ingresos de hasta el 70% con más de 125.000 explotaciones afectadas».

Miguel López denunció que «siempre que hay una reforma Andalucía pierde y con la nueva PAC vendrán 230 millones menos en un momento en el que muchos agricultores han realizado un gran esfuerzo económico con inversiones en tecnificación para mejorar sus explotaciones».

El dirigente de COAG puso de relieve los altos costes de producción que soporta actualmente el sector que han agravado su situación a la que la nueva PAC vendrá a dar la puntilla. En este sentido, puso como ejemplo una explotación ganadera del Guadalhorce malagueño con unas 400 cabras, que pasará de generar una renta de 14.000 euros anuales a solo 2.000 euros, lo que hará inviable el mantenimiento de su actividad.

Por último, Miguel López alertó del abandono de muchos productores y el desembarco de los mercados financieros en el negocio agrícola a través de grandes inversores para explotaciones extensivas e intensivas.