Juanma Moreno reta ahora a Susana Díaz a debatir con él hoy sobre el Presupuesto

Moreno no suele intervenir en este debate de totalidad, donde tampoco lo hace Susana Díaz, sino que está a cargo de la consejera de Hacienda, María Jesús Montero. Tampoco lo hacen todos los líderes de los grupos políticos, que suelen ceder a sus expertos o a sus portavoces el turno, aunque fuentes de la Consejería hicieron notar que su antecesor en el cargo, Juan Ignacio Zoido, sí dio la réplica al Gobierno andaluz en el que se considera que es el debate más mollar del curso político, por cuanto se frefiere al programa de Gobierno efectivo que va a desarrollarse. Moreno Bonilla, que sí lo hizo en 2016, cedió su lugar a Carmen Crespo en el Presupuesto del año pasado.

En cualquier caso, y aunque la derrota de las enmiendas de totalidad, presentadas por PP-A y también por IU y Podemos, es segura, dado el pacto entre PSOE y Ciudadanos, el desafío lanzado por Juanma Moreno sirvió para calentar el ambiente previo al pleno.

Moreno, que asistía a un debate sobre el impuesto de sucesiones en la sede de su partido acompañado de Andrea Levy, vicesecrertaria de Estudios y Programas nacional, lanzó a Díaz el guante para que tenga «la valentía de debatir en la Cámara el Presupuesto que no ha querido negociar conmigo», a pesar de que él aseguró que le había ofrecido un diálogo «sin condiciones». Pero, añadió, «la soberbia planea sobre sus decisiones» así como «la reacción virulenta y desproporcionada» del socialismo a sus ofrecimientos. Moreno apeló a Díaz para que «si cree que son buenos, que suba a la tribuna a contarnos las bondades del presupuesto y debata conmigo, para que pongamos negro sobre blanco las cuentas de la Junta. A ver si tiene la valentía y la confianza» en las mismas, agregó.

El vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, reaccionó con dureza a la propuesta del líder de la oposición, al que acusó de «bisoñez política» y «falta de respeto». El vicepresidente dijo que «no es decente» que el líder del PP-A, Juanma Moreno, «finja» que quiere negociar los presupuestos de la Junta de 2018 y que «simule» una actitud de consenso.

«La desesperación de Moreno es tal que le lleva a faltar el respeto a la presidenta y no es de recibo pedir decencia política y valentía cuando no se predica con el ejemplo», dijo.

«Se ve claramente que es una estrategia infantil, que no cuela y que no tiene recorrido», dijo Jiménez Barrios, que aludió a la «bisoñez política» y señaló las distancias que separan a ambas formaciones, y la «hjoja de servicios muy manchada con esta tierra» del PP-A.

Jiménez Barrios añadió que «es imposible entender al presidente del PP-A, que está más preocupado por radiar una imagen de consenso que por hacerla realidad» y que no ofrece credibilidad.