Juanma Moreno llama a la unidad para conseguir «el mejor trato posible para esta tierra»

Así volvió a quedar de manifiesto este miércoles, en el que el Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, acogió por tercer año el acto institucional del Día de la Bandera, fecha consagrada por la Junta en 2022 como festividad oficial en la comunidad autónoma y que recuerda las manifestaciones que en 1977 sacaron a la calle a millones de andaluces para reclamar una autonomía para Andalucía en pie de igualdad con las consideradas hasta entonces nacionalidades históricas.

La institucionalización de esta fecha como Día de la Bandera supuso un hito para la vertiente andalucista del proyecto de Moreno, que incluye también la atribución de un protagonismo fundamental en la consecusión de la autonomía a figuras como Manuel Clavero Arévalo o a los andalucistas históricos, a quienes considera injustamente relegados en la crónica de la autonomía construida durante los años de gobiernos socialistas. Uno de ellos, Alejandro Rojas Marcos, fue el autor de la propuesta, recogida por el presidente, de incluir el 4 de diciembre en el calendario de las celebraciones oficiales.

En esta ocasión, Moreno aprovechó la celebración oficial para llamar a la unidad para conseguir un trato justo para Andalucía, reivindicar un andalucismo inclusivo y celebrar las cifras que se están consiguiendo en el combate contra el desempleo, el más grave problema que históricamente ha padecido la región.

La versión del relato histórico de la consecusión de la autonomía adoptada por el Gobierno andaluz es que en el proceso autonómico participaron personas de todas las ideologías, por lo que Moreno propuso retomar ese espíritu para «unirnos como andaluces, por encima de cualquier ideología, para conseguir el mejor trato posible para esta tierra». En su intervención, el presidente no olvidó mencionar a Manuel José García Caparrós, el joven asesinado en Málaga el 4 de diciembre de 1977 «que siempre está presente en esta fecha», y volvió a reivindicar a quienes «a lo largo de décadas supieron despertar, cuando más difícil y arriesgado era, la conciencia andaluza, desde Blas Infante hasta Manuel Clavero y todos los que han trabajado en este propósito».

En su opinión, ahora es necesario sumar esfuerzos y voluntades, independientemente de cómo piense cada uno. «Mucha gente tiene sus siglas, todas legítimas», dijo antes de señalar que defiende un andalucismo inclusivo y solidario. «Un andalucismo abierto a todos, un andalucismo que significa tolerancia y generosidad y que construye desde el respeto institucional».

En esa línea, Moreno reivindicó la voluntad de entenderse como una parte esencial de la idiosincrasia andaluza. «Los andaluces tenemos una habilidad especial para ponernos en el pellejo de los demás, algo que hemos heredado de nuestros padres y abuelos -afirmó-. Por eso, tengo la sensación de que, si tienes la suerte de ser andaluz, tienes una capacidad especial para comprender al otro».

El presidente reconoció que quedan muchas cosas por hacer, aunque celebró la Andalucía actual, en la que se dedican grandes esfuerzo en conseguir unos servicios públicos de calidad. «Pienso en que sigamos avanzando hacia una sanidad pública y universal con más recursos humanos y materiales y en que trabajemos por una educación pública que sea, cada vez más, una palanca de cambio para la formación y el futuro de nuestros jóvenes, pienso en que reforcemos entre todos el tejido industrial y económico, para seguir impulsando la creación de empleo y pienso en el día en que, unidos, alcancemos la igualdad real de hombres y mujeres».

Al acto, celebrado con toda solemnidad en el Salón de los Espejos del Palacio de San Telmo, asistió una nutrida representación de la sociedad civil andaluza y los portavoces parlamentarios de todos los grupos con la excepción de Vox y Por Andalucía.